Cali, julio 4 de 2025. Actualizado: viernes, julio 4, 2025 12:34
A un año de las elecciones legislativas
Ya se han registrado 57 víctimas
Con una víctima cada dos días, la sombra de la violencia político -electoral vuelve a cernirse sobre Colombia.
El reloj electoral rumbo a 2026 apenas comienza a andar y ya hay señales de alerta que recuerdan viejos fantasmas.
Según un primer informe de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), entre el 8 de marzo y el 8 de junio de 2025 se han registrado 57 víctimas de violencia político-electoral en Colombia, repartidas en 43 hechos, entre ellos, cuatro homicidios de líderes políticos.
Es decir, en promedio, cada dos días ha habido una víctima en este tipo de violencia, en un fenómeno que se proyecta con preocupación hacia las elecciones legislativas de marzo y presidenciales de junio de 2026.
La Fundación, que desde 2014 ha monitoreado sistemáticamente los ciclos de violencia política en Colombia, ha definido este fenómeno como aquel que atenta contra individuos o colectivos en el ejercicio de sus derechos políticos durante una contienda electoral.
Desde su perspectiva, no se trata de un fenómeno nuevo, sino de un patrón que persiste y se transforma, y que ha acompañado las disputas por el poder en distintos niveles del Estado.
“Lo más preocupante es la persistencia”, asegura uno de los investigadores del informe. “Lo que estamos viendo no es un pico aislado, sino la continuidad de una práctica en la que la violencia se convierte en una herramienta más dentro del juego político”.
Competencia con armas y dinero ilegal
El informe señala que una parte importante de los perpetradores de estos hechos permanecen en la sombra, sin identificar. Apenas entre el 25% y el 35% de los responsables registrados en el Sistema de Información de Pares (Sipares) pertenecen a grupos armados organizados.
El resto se mueve en estructuras informales, híbridas o difícilmente rastreables.
“La violencia político-electoral ha mutado”, indica Pares. “No es solo el atentado físico, es también la amenaza, el hostigamiento, el uso del miedo como herramienta para reducir la competencia democrática”.
Riesgos para la contienda 2026
Este primer informe — que cubre desde marzo de 2025 hasta junio de 2026 — no es sino la primera radiografía de un proceso que apenas comienza.
La Fundación continuará el seguimiento durante todo el ciclo electoral y ha hecho un llamado al Estado, a los partidos políticos y a la comunidad internacional para que activen mecanismos de prevención y protección.
El temor es claro: que las elecciones de 2026 estén marcadas no solo por las disputas programáticas, sino por la intimidación, la violencia y el silenciamiento forzoso de voces.
Si la democracia es una competencia libre de ideas, la violencia político-electoral es su antítesis más corrosiva.