Cali, abril 29 de 2025. Actualizado: lunes, abril 28, 2025 23:21
El sector de la gastronomía se ha transformado
Las cocinas ocultas: El modelo que revoluciona la forma de emprender
La industria gastronómica ha vivido transformaciones profundas en los últimos años.
Factores como los cambios en los hábitos de consumo, el impacto económico pospandemia, las nuevas dinámicas sociales y las preocupaciones ambientales han modificado la manera en que las personas acceden a los alimentos.
Hoy, los consumidores buscan inmediatez, experiencias prácticas, facilidad en los pedidos y variedad en la oferta gastronómica.
En medio de este panorama, un modelo de negocio ha tomado fuerza: las cocinas ocultas o ghost kitchens.
Aunque comenzaron a ser exploradas años atrás, su consolidación llegó con la pandemia del Covid-19, cuando las restricciones obligaron a cerrar restaurantes físicos y los domicilios se convirtieron en la vía principal para mantener vivo el sector.
Desde entonces, este formato ha venido creciendo de manera sostenida.
Sobre esto habla Alexander Beltrán Aguilera, del Programa técnico en cocina de Uninpahu, quien sugiere que las cocinas ocultas representan no solo una tendencia pasajera, sino una oportunidad sólida para emprendedores gastronómicos que buscan eficiencia, rentabilidad y adaptación a las nuevas dinámicas del mercado.
Cocinas ocultas: Innovación, ahorro y crecimiento
Este tipo de cocinas funcionan sin atención directa al público y concentran todos sus recursos en la preparación y distribución de alimentos por medio de plataformas digitales o sus propias redes.
“Las cocinas ocultas permiten ahorrar en infraestructura, decoración y personal de servicio, lo que mejora notablemente los márgenes operativos. Estos pueden ser entre un 20% y un 40% más altos que en los restaurantes tradicionales”, afirma Beltrán.
A esto se suma el hecho de que el crecimiento del servicio de domicilios ha aumentado un 70% en los últimos dos años, según estudios del sector, lo que confirma la vigencia y proyección del formato.
Pero el modelo no se limita a la venta de comidas rápidas o platos preparados.
También existen cocinas ocultas pensadas como espacios colaborativos de alquiler, donde pequeños empresarios pueden dictar clases, realizar pruebas de menú, atender servicios de catering o desarrollar nuevas marcas sin grandes inversiones iniciales.
Desde su experiencia, Beltrán insiste en que el éxito de una cocina oculta no depende únicamente del modelo, sino de una estructura de negocio bien diseñada y de una formación integral.
Las cocinas ocultas no solo están redefiniendo la forma de vender alimentos, sino que se han convertido en una puerta de entrada viable para emprendedores jóvenes, cocineros empíricos y profesionales gastronómicos que desean iniciar un negocio propio sin los altos costos de un restaurante convencional.
En un país donde el sector enfrenta desafíos económicos constantes, este tipo de propuestas representan una bocanada de aire fresco.
Con innovación, estrategia y formación, el futuro de la gastronomía puede cocinarse… incluso desde un lugar invisible.