¿Por qué renunció Laura Sarabia? Motivos, el tono y la respuesta del presidente

Laura Sarabia presentó su renuncia como canciller de Colombia este 3 de julio de 2025.

En una carta dirigida al presidente Gustavo Petro, explicó que deja el cargo por diferencias con decisiones recientes del Gobierno.

“En los últimos días se han tomado decisiones que no comparto y que, por coherencia personal y respeto institucional, no puedo acompañar”, escribió.

Durante el texto, Sarabia recordó su paso por el Gobierno desde distintas funciones: jefa de gabinete, directora del DAPRE, del DPS y ministra de Relaciones Exteriores.

“He tenido el inmenso honor de acompañarlo desde distintos espacios”, señaló.

También afirmó que su labor siempre estuvo guiada por una “brújula ética clara” y una convicción en la transformación social.

En la carta, indicó que su renuncia no responde a diferencias menores, sino a una dirección política que no puede seguir respaldando.

“Se trata de un rumbo que, con todo el afecto y respeto que le tengo, ya no me es posible ejecutar”, declaró.

Sarabia aseguró que su decisión fue resultado de una “reflexión profunda” y que se retira con la tranquilidad de haber cumplido con su deber.

“Me retiro con la tranquilidad de haber entregado lo mejor de mí y con la certeza de que hay momentos en los que decir adiós es también una forma de cuidar”.

Además, destacó el aprendizaje que le dejó su paso por el Ejecutivo: “Ha sido un camino exigente, con enormes costos personales y familiares, pero también profundamente enriquecedor”.

Petro valoró su trabajo

El presidente Gustavo Petro reaccionó públicamente a la renuncia de Laura Sarabia mediante un mensaje publicado en su cuenta de X.

“Deseo a Laura Sarabia la mejor de las suertes. Creo que fue vital en la campaña por su orden y disciplina. Estuvo siempre firme en el equipo de acción al que pertenecía”, escribió.

También reconoció su desempeño durante la administración: “En el gobierno descubrí que tiene la inteligencia que capta con rapidez. La mente rápida que se enriquece con mucho estudio”.

En su mensaje, el presidente incluyó una reflexión sobre el ejercicio del poder. “Hay que poner el corazón en los más pobres, en lo justo, nunca dejarse conquistar por la codicia. La codicia es la enemiga de la revolución y de la vida”.

El mensaje concluyó con un deseo personal: “Espero que hoy Laura sea una mejor mujer de la que era cuando me conoció. Buen viento y buena mar”.

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