Colombia crece, pero no despega

Colombia cerró el primer trimestre de 2025 con señales mixtas en su economía.

Por un lado, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sorprendió positivamente con una expansión del 2,7% anual, impulsada por el repunte del consumo privado y el dinamismo del sector agropecuario.

Pero por otro, la inflación interrumpió su senda descendente y volvió a subir en abril, lo que podría frenar el ciclo de recortes en la tasa de interés del Banco de la República.

En su informe semanal de coyuntura macroeconómica y de mercados, la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia estimó que el crecimiento observado en el primer trimestre refleja una recuperación progresiva de la demanda interna, con protagonismo del sector privado a través del consumo y la inversión.

Esta tendencia también fue validada por el informe Itaú News, que destacó un crecimiento de 0,8% trimestral desestacionalizado.

El buen resultado tiene componentes estructurales.

Sectores como el comercio, el entretenimiento y la agricultura aportaron de manera decisiva.

El agro, de hecho, fue una de las locomotoras del trimestre: según la Radiografía Trimestral del Grupo Bancolombia, el PIB agropecuario creció 7,1% anual, con un rebote notable del café (+31,3%) y la ganadería (+8,9%).

También crecieron los cultivos agroindustriales (+2,4%) y el acopio de leche (+5%).

Inflación revive la tensión monetaria

A pesar del crecimiento, la inflación volvió a encender las alarmas.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual subió de 5,09% en marzo a 5,16% en abril, según el DANE.

Aunque el dato parece marginal, interrumpió la tendencia descendente que había generado optimismo en los mercados.

ANIF, en su Comentario Económico, destacó que las principales presiones vinieron de los rubros de alojamiento y servicios públicos (+1,9 puntos porcentuales de contribución), alimentos (+0,9 pp) y restaurantes y hoteles (+0,8 pp).

El panorama no mejora en mayo.

De acuerdo con el más reciente informe de expectativas de inflación de Bancolombia, se proyecta una inflación mensual de 0,48%, lo que llevaría el dato anual al 5,22%.

Más preocupante aún es la inflación básica (sin alimentos ni regulados), que se mantendría por encima del 5% y con una tasa anualizada ajustada por estacionalidad (SAAR) del 5,66%.

La meta del Banco de la República sigue siendo 3%, por lo que el margen para seguir reduciendo la tasa de interés se estrecha.

El rubro de servicios —clave en la canasta de los hogares— mantiene una inflación cercana al 7,2% anual, con especial presión en arriendos y comidas fuera del hogar.

Este comportamiento refleja no solo la indexación al salario mínimo, sino también una demanda que sigue tensionada por los altos precios.

El Banco en una encrucijada

La política monetaria se encuentra en un dilema.

El Banco de la República ha venido bajando gradualmente la tasa de intervención —que actualmente está en 10,25%— para estimular el crédito y la actividad.

Sin embargo, con la inflación en reversa, cualquier decisión se vuelve más compleja.

¿Seguir bajando tasas y arriesgarse a desanclar expectativas? ¿O pausar los recortes y afectar el ritmo de recuperación?

El Índice de Incertidumbre de la Política Económica (IPEC) de Fedesarrollo, que llegó a 299 puntos en abril, refleja esa tensión.

La presión fiscal interna, los efectos del entorno internacional y la volatilidad de la política comercial global —como los nuevos aranceles de EE.UU. a productos agroexportadores colombianos— hacen que el escenario sea cada vez más frágil.

Exportaciones y sector externo: luces desde el Valle del Cauca

En medio de ese entorno, el comercio exterior colombiano mostró señales de recuperación.

Según el boletín Ritmo 104 de la Cámara de Comercio de Cali, las exportaciones crecieron 5,3% en el primer trimestre de 2025, alcanzando USD 11.895 millones.

Excluyendo petróleo y derivados, el crecimiento fue de 10,1%.

El Valle del Cauca lideró entre los departamentos no minero-energéticos, con un aumento del 19,2% en sus exportaciones y del 33% en sus ventas hacia EE.UU.

El café fue el gran protagonista, con un crecimiento del 115% desde la región.

También destacaron productos de alta tecnología, agroindustria y manufacturas.

Proyecciones y riesgos para el segundo semestre

A pesar del buen arranque, los riesgos no han desaparecido.

Las tensiones en la FED, el arancel del 10% impuesto por EE.UU. a productos colombianos como el aguacate hass, el banano y las flores, y la incertidumbre legislativa por las reformas en curso mantienen en vilo la confianza empresarial.

Además, el déficit fiscal proyectado por el Gobierno en el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) podría alcanzar el 7,4% del PIB, por encima del límite permitido por la Regla Fiscal.

Este desbalance podría impactar la calificación crediticia del país y generar presiones adicionales sobre la tasa de cambio y los precios.

Colombia crece, pero no despega.

Aunque el primer trimestre dejó cifras alentadoras en términos de PIB y exportaciones, la inflación sigue sin ceder lo suficiente, la incertidumbre se mantiene alta y el margen de maniobra del Banco de la República se reduce.

El país enfrenta un segundo semestre desafiante, en el que deberá equilibrar estímulo económico con disciplina fiscal y monetaria.

La recuperación está en marcha, pero todavía camina sobre terreno inestable.

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