Cali, agosto 5 de 2025. Actualizado: martes, agosto 5, 2025 20:19

Evaluación a tres años de gobierno

Petro se raja en lo fiscal: el déficit y la deuda disparan las alertas en Colombia

Petro se raja en lo fiscal: el déficit y la deuda disparan las alertas en Colombia
Foto: Freepik
martes 5 de agosto, 2025

A pocos días de cumplir tres años de mandato, el presidente Gustavo Petro enfrenta su mayor señal de alarma en el ámbito económico: el deterioro fiscal.

Según el más reciente análisis de ANIF, Colombia cerraría 2025 con un déficit de 7,1% del PIB, el más alto de las economías comparables en América Latina, superando con creces a Chile (1,8%), Perú (2,2%) y México (3,9%).

Esta brecha no solo es preocupante por su tamaño, sino por la tendencia divergente: mientras los demás países reducen sus déficits, Colombia lo amplía.

Este resultado fiscal se traduce en un incremento significativo de la deuda pública. Las proyecciones indican que el país terminaría el año con una deuda del 62,2% del PIB, seis puntos porcentuales por encima de 2024.

Es la mayor alza entre los países analizados, en un contexto donde el mercado ya empieza a castigar los desequilibrios. La prima de riesgo de Colombia, medida por el EMBI de JP Morgan, se ubica en 309 puntos básicos, la más alta frente a México (265), Perú (142) y Chile (109).

Un rezago en crecimiento y exportaciones

El balance económico de la administración Petro no es del todo desfavorable, pero sí desigual. En materia de crecimiento económico, Colombia ha venido rezagada.

El país registró un bajo desempeño en 2023 y 2024, y aunque en los últimos meses ha mostrado una recuperación —apoyada por un avance del 3,2% en el índice NowCast de Bancolombia para julio—, aún está por debajo de sus pares regionales. Según ANIF, el nivel de actividad acumulado desde agosto de 2022 hasta mayo de 2025 sigue por debajo del promedio de Perú, Chile y México.

En exportaciones, el panorama también es desalentador. En el mismo periodo analizado, Colombia registró una contracción del 5,6% en sus ventas externas, frente a un crecimiento promedio del 9,9% en los otros países.

Aunque la canasta exportadora colombiana ha ganado en diversificación —con un repunte del 36,9% en productos agropecuarios, alimentos y bebidas—, la caída del 14,7% en exportaciones de combustibles refleja el impacto de la menor demanda global y de las restricciones en la producción local.

Petro se raja en lo fiscal: el déficit y la deuda disparan las alertas en Colombia

Gráfico: IA

Empleo e informalidad: luces y sombras

Uno de los aspectos donde el gobierno Petro puede mostrar mejores resultados es el empleo. Colombia fue el segundo país con mayor crecimiento en el número de ocupados (7,1%), solo superado por Perú.

Sin embargo, esta mejora se ve empañada por la creciente informalidad laboral: el 53% del empleo creado en el último año corresponde a trabajadores por cuenta propia, la mayoría sin protección social ni estabilidad.

Además, aunque la tasa de desempleo ha bajado (8,9% en junio de 2025), sigue siendo alta frente a México (2,6%) y Perú (6,4%), revelando un problema estructural que va más allá de la coyuntura.

Inflación: moderación tardía

En el frente de precios, Colombia ha logrado contener la inflación, pero aún muestra los niveles más altos entre sus pares. En junio de 2025, el IPC anual fue de 4,8%, frente al 3,4% promedio en Chile, Perú y México.

Aunque esto marca una clara mejoría respecto al 9,3% de finales de 2023, la persistencia inflacionaria refleja los rezagos en el ajuste monetario y el impacto de factores internos como subsidios, ajustes en tarifas y volatilidad cambiaria.

Inversión y consumo: señales mixtas

En lo que respecta a inversión, hay un dato alentador: la formación bruta de capital fijo creció 2,7% en el primer trimestre de 2025, por encima del promedio regional (1,4%).

Sin embargo, Colombia es el único país entre los comparados que aún no recupera los niveles de inversión prepandemia.

Y como proporción del PIB, continúa con la tasa más baja, lo que limita la capacidad de crecimiento sostenido en el largo plazo.

Por el lado del consumo, el país muestra una recuperación más rápida que sus vecinos, pero esta se ha dado a costa de mayores transferencias y gasto público, lo que agrava el desequilibrio fiscal.

Pobreza y desigualdad: avances sin base sólida

Uno de los logros más visibles del gobierno ha sido la reducción de la pobreza monetaria, que pasó de 36,6% en 2022 a 31,8% en 2024.

Sin embargo, ANIF advierte que esta mejora no puede atribuirse directamente a políticas redistributivas efectivas. De hecho, en los hogares de menores ingresos, las ayudas institucionales no lograron compensar la caída en ingresos laborales. La reducción en el índice de Gini, de 55,6% a 55,1%, fue apenas marginal.

¿Y ahora qué?

El principal riesgo hacia adelante es que el desbalance fiscal comprometa la estabilidad macroeconómica. Las tasas de interés más altas derivadas del aumento en la prima de riesgo encarecen el servicio de la deuda, desplazan la inversión privada y limitan el espacio para políticas contracíclicas.

A un año de concluir su mandato, el presidente Petro enfrenta un dilema: o ajusta el gasto público y estabiliza las finanzas, o deja al próximo gobierno una bomba fiscal en cuenta regresiva. ANIF ya ha sugerido recortes en el Presupuesto General para 2026 como primer paso urgente.

El país no está al borde de una crisis, pero sí en la antesala de un ajuste necesario. Y como enseñó la historia reciente en América Latina, los costos de ignorar las advertencias fiscales suelen ser altos y duraderos.


Petro se raja en lo fiscal: el déficit y la deuda disparan las alertas en Colombia

Comments

ads_top
Powered by Sindyk Content
Arriba