Cali, agosto 5 de 2025. Actualizado: martes, agosto 5, 2025 21:23
Crecimiento moderado y señales mixtas: el pulso económico al cierre de julio
La economía se reactiva, pero no despega
La economía colombiana transita por una etapa de crecimiento moderado, con señales alentadoras en algunos sectores, pero también con alertas sobre la sostenibilidad del ritmo actual.
Según el más reciente reporte NowCast de Bancolombia, el indicador de actividad económica registró una expansión anual de 3,2% en el trimestre móvil terminado en julio de 2025.
Esta cifra representa una aceleración frente al 2,9% estimado para el segundo trimestre del año, y se mantiene por encima del consenso de los analistas, que proyectan un crecimiento del PIB del 2,4% para ese mismo periodo.
La economía da muestras de resiliencia en medio de una coyuntura marcada por la incertidumbre fiscal, las tensiones políticas internas y un entorno internacional volátil.
Sin embargo, la expansión no es homogénea: mientras sectores como el comercio, la recreación, la industria y la construcción muestran señales de dinamismo, otros como la agricultura, los servicios financieros y la administración pública evidencian desaceleraciones o estancamiento.
Un crecimiento frágil
El índice NowCast —una herramienta que permite anticipar el comportamiento económico a partir del análisis de transacciones en tiempo real— mostró un avance mensual del 0,2% durante julio, tras haber caído un -0,5% en junio.
En términos interanuales, la variación fue de 1,9% frente a julio de 2024, lo que revela una desaceleración significativa respecto al 4,1% registrado el mes anterior.
Este comportamiento sugiere que, si bien el ritmo de crecimiento ha repuntado frente al primer semestre, aún persisten elementos que limitan una recuperación más robusta.
La demanda interna sigue siendo el principal motor, pero su sostenibilidad depende de factores como la evolución del empleo formal, el acceso al crédito y la política fiscal del Gobierno.
Sectores en movimiento
El panorama sectorial muestra un balance positivo, con alzas en sectores clave como:
Comercio, con un sólido crecimiento de 5,3% anual en julio.
Recreación, que mantiene una senda ascendente con un 5,4%, tras una fuerte contracción el año anterior.
Industria, que revierte una racha negativa y crece 1,2%.
Construcción, que registra una variación positiva del 1,2%, tras un comportamiento errático en meses anteriores.
Minería y energía, que aunque crecen a tasas modestas (1,7% y 1,3%, respectivamente), marcan una recuperación frente a trimestres previos de caída.
Por el contrario, se observan signos de debilidad en:
Agricultura, que crece apenas 2,7%, lejos del 5,3% alcanzado en diciembre de 2024.
Comunicaciones, prácticamente estancado con un crecimiento de solo 0,2%.
Administración pública, que baja a 3,4% tras haber superado el 5% a inicios de año.
Lo que viene: ¿riesgo de estancamiento?
Aunque el crecimiento proyectado del 2,9% para el segundo trimestre supera el promedio latinoamericano estimado por organismos multilaterales, el país enfrenta retos que podrían limitar su proyección para el segundo semestre.
Por un lado, el consumo de los hogares sigue condicionado por la lenta recuperación del empleo formal y la presión inflacionaria, que si bien ha cedido —con una inflación en torno al 5% en mayo— podría repuntar hacia fin de año debido al ajuste en tarifas de servicios públicos y combustibles.
Por otro lado, la incertidumbre fiscal podría ser el principal talón de Aquiles. La necesidad de reducir el déficit por debajo del 5% del PIB obliga al Gobierno a recortar gastos o buscar nuevas fuentes de financiación en un contexto de baja confianza empresarial y tensión política.
Las agencias calificadoras ya han advertido sobre la importancia de mantener reglas fiscales claras y creíbles.
Además, la inversión privada, especialmente en sectores de infraestructura, energía y tecnología, sigue sujeta a la claridad regulatoria y la estabilidad jurídica, factores que han sido cuestionados recientemente por gremios y empresarios.
El termómetro del mercado
Mientras el indicador NowCast refleja un desempeño ligeramente mejor al esperado, los mercados financieros permanecen cautelosos.
La tasa de cambio ha mostrado volatilidad en las últimas semanas, y los títulos de deuda pública han incrementado su prima de riesgo, reflejo del escepticismo frente al manejo fiscal del Gobierno.
El Banco de la República, por su parte, ha optado por mantener una política monetaria prudente, con tasas de interés de referencia estables, a la espera de señales más claras sobre la trayectoria de la inflación y el crecimiento.
Colombia no está en recesión, pero tampoco en expansión sostenida. El país se encuentra en una meseta económica, donde el crecimiento existe, pero es insuficiente para resolver las brechas estructurales de empleo, informalidad y pobreza.
La clave para los próximos meses será lograr que las señales de recuperación sectorial se traduzcan en una dinámica más inclusiva y robusta.