Cali, mayo 15 de 2025. Actualizado: jueves, mayo 15, 2025 10:52
Advierten riesgos para el empleo, la soberanía económica y las relaciones con Estados Unidos
Gremios expresan preocupación por ingreso de Colombia a la ruta de la seda
Bogotá, mayo de 2025 – La decisión del presidente Gustavo Petro de firmar la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, conocida como Ruta de la Seda, generó reacciones críticas en sectores empresariales y gremiales.
Desde organizaciones como Fenalco y la alianza Aliadas se plantearon dudas sobre los beneficios reales del acuerdo y se alertó sobre posibles efectos negativos en la balanza comercial, la industria nacional y la relación con Estados Unidos.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó la decisión como una “provocación innecesaria” hacia el principal socio comercial de Colombia.
“Estados Unidos sigue siendo nuestro socio estratégico fundamental. Colombia no puede patear la lonchera”, afirmó el dirigente gremial, al subrayar que más del 30 % de las exportaciones colombianas tienen como destino ese país, con un superávit comercial que beneficia especialmente al sector agropecuario.
Cabal recordó que productos como el café, las flores, el banano y el cacao han encontrado en el mercado estadounidense un destino estable y rentable.
“Estos ingresos permiten, además, importar alimentos clave para la seguridad alimentaria como trigo y maíz”, agregó.
Una relación comercial desigual con China
En contraste, Fenalco advirtió que la relación con China no cuenta con bases comerciales sólidas.
“La balanza es ampliamente negativa. Colombia importa mucho más de lo que exporta y lo que exportamos son productos básicos”, sostuvo Cabal, quien llamó a la prudencia y a anteponer el interés nacional por encima de afinidades ideológicas.
Por su parte María Claudia Lacouture, directora de AmCham Colombia, expresó que el país se arriesga a comprometer su soberanía productiva con un acuerdo que “no es necesario y carece de garantías claras de reciprocidad”.
Según Lacouture, experiencias similares en América Latina ya han mostrado consecuencias adversas.
En sectores como la industria textil y del calzado, se reportó una fuerte pérdida de empleos tras la entrada de productos chinos a gran escala.
En el agro, exportaciones prometidas se vieron frenadas por barreras sanitarias impuestas por China.
En infraestructura, grandes contratos terminaron concentrados en firmas extranjeras, marginando a empresas locales.
Y en telecomunicaciones, crecen las preocupaciones sobre ciberseguridad y protección de datos.
Llamado a una estrategia comercial responsable
Por su parte Aliadas cuestionó si el país está dispuesto a asumir riesgos en materia de empleo formal y soberanía económica a cambio de un acuerdo que, a su juicio, no trae garantías claras.
“Colombia ya tiene una relación bilateral con China que no requiere formalizar esta adhesión”, indicó la organización, al tiempo que insistió en la necesidad de una estrategia comercial que contemple reciprocidad, defensa de los sectores productivos y una visión a largo plazo.
Ambos gremios coincidieron en que el comercio global no debe verse como un juego de suma cero, pero advirtieron que reemplazar socios estratégicos sin un plan robusto podría generar desequilibrios difíciles de corregir.
El anuncio del ingreso de Colombia a la Ruta de la Seda abrió un debate sobre los impactos económicos, comerciales y geopolíticos de acercarse a China sin debilitar relaciones históricas con otros socios globales.