Cali, octubre 22 de 2025. Actualizado: martes, octubre 21, 2025 23:32
Estancamiento estructural preocupa al país
Informalidad empresarial se mantiene en 90%
El más reciente informe de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) revela que la tasa de informalidad empresarial multidimensional (TIIEM) en Colombia alcanzó el 90,2% en 2024, sin variaciones frente al año anterior y manteniendo un promedio estable cercano al 90% durante los últimos cuatro años.
Estas cifras, analizadas por el equipo de investigación de Anif liderado por José Ignacio López G., confirman el estancamiento en los avances hacia la formalización del tejido productivo colombiano.
La TIIEM considera diversos factores de formalidad, como el registro mercantil, la afiliación a seguridad social, la contabilidad formal, el acceso a crédito y la vinculación a cadenas de valor.
En conjunto, estos indicadores muestran que la mayoría de las unidades productivas del país siguen operando fuera del sistema formal, con implicaciones directas sobre la productividad, la competitividad y el recaudo fiscal.
Brecha de género y micronegocios
El estudio de Anif también analiza la informalidad por género en micronegocios, evidenciando una inversión en la tendencia histórica.
En 2019, los emprendimientos liderados por mujeres registraban una informalidad del 90,6%, superior a la de los hombres (88,5%).
Sin embargo, desde 2022, la situación cambió: para 2024, la tasa de informalidad en micronegocios masculinos supera a la femenina en 0,4 puntos porcentuales.
El fenómeno no responde a una mejora significativa en la formalización femenina, sino a un deterioro en la formalización de los negocios masculinos, cuya informalidad aumentó cerca de 2 puntos porcentuales entre 2019 y 2024. En contraste, la femenina apenas se redujo 0,6 puntos.
Efectos económicos y sociales
Para Anif, la persistencia de una informalidad tan alta constituye una barrera estructural para el crecimiento sostenible.
Las empresas informales suelen operar con baja productividad, sin acceso a financiamiento ni protección social, y con limitadas posibilidades de escalar o innovar. Esto reduce la base de empresas que aportan empleo formal y debilita el sistema de seguridad social.
Además, la alta informalidad empresarial impacta la política fiscal, pues limita la capacidad del Estado de recaudar impuestos y redistribuir ingresos.
Según el informe, sin una estrategia integral de formalización, será difícil sostener el crecimiento económico y reducir la desigualdad.
Retos de política pública
El análisis concluye que Colombia requiere políticas diferenciadas para enfrentar la informalidad según el tipo de negocio y el perfil de los empresarios.
En particular, ANIF recomienda fortalecer los mecanismos de acceso a crédito formal, simplificar los trámites de registro, y promover incentivos tributarios que favorezcan la transición hacia la formalidad.
También plantea que el Estado debe coordinar esfuerzos entre los ministerios de Hacienda, Trabajo y Comercio, junto con el sector financiero y las cámaras de comercio, para articular soluciones sostenibles que reduzcan la brecha estructural que mantiene a 9 de cada 10 empresas fuera del marco formal.