Cali, diciembre 15 de 2025. Actualizado: lunes, diciembre 15, 2025 22:10

Se mantiene la crisis entre Washington y Caracas

La tensión entre EE. UU. y Venezuela reconfigura el mapa político regional

La tensión entre EE. UU. y Venezuela reconfigura el mapa político regional
Foto: IA
viernes 5 de diciembre, 2025

La creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuelamarcada por el ingreso de buques de guerra estadounidenses al Caribe, advertencias aéreas, restricciones de vuelo y la posibilidad abierta de una intervención militar focalizada— no solo ha elevado la incertidumbre en el hemisferio, sino que también ha comenzado a reconfigurar aceleradamente el tablero político regional.

Los movimientos estratégicos de Washington y la respuesta desafiante del régimen de Nicolás Maduro han generado un ambiente volátil que recuerda los momentos más críticos de la geopolítica latinoamericana reciente.

Un grupo bipartidista de senadores estadounidenses ha presentado una resolución de poderes de guerra para impedir que la Casa Blanca inicie una ofensiva militar contra Venezuela sin la autorización del Congreso de Estados Unidos, después de que el presidente Trump dijera que “muy pronto” se daría inicio a una operación terrestre en territorio venezolano.

La resolución fue copatrocinada por los demócratas Chuck Schumer, Tim Kaine y Adam Schiff, junto con el senador republicano del estado de Kentucky Rand Paul, quien escribió:El pueblo estadounidense no quiere verse arrastrado a una guerra interminable con Venezuela sin un debate público ni una votación. Debemos defender lo que exige la Constitución [de Estados Unidos]: deliberar antes de ir a la guerra”.

Colombia

En este contexto, cada decisión diplomática adquiere un peso excepcional y obliga a los gobiernos de la región a definir posturas claras frente a un posible desenlace de alto impacto.

Colombia, históricamente el país más afectado por la crisis venezolana y hoy epicentro de las implicaciones humanitarias, económicas y de seguridad derivadas del éxodo masivo, enfrenta una encrucijada diplomática sin precedentes.

Lo que ocurra en la frontera y en el escenario internacional podría determinar no solo la estabilidad política del país, sino también su rol estratégico en la defensa de la democracia hemisférica.

En un momento en el que los escenarios posibles van desde una transición negociada hasta una operación militar limitada, la nación se ve obligada a evaluar su política exterior con rigor, proteger sus intereses nacionales y anticipar las consecuencias de cualquier acción —o inacción— en un entorno cada vez más impredecible.

El precandidato presidencial Cristhian Mancera, de Ciudadanos Colombianos por el Progreso, emitió un análisis crítico sobre lo que está en juego para el país y la región.

Mancera sostiene que la situación actual no es un episodio aislado, sino la consecuencia de más de dos décadas de ausencia de presión real sobre el régimen venezolano, lo que —según él— ha permitido que la crisis política y humanitaria se desborde sobre Suramérica, Centroamérica y Norteamérica.

El ingreso masivo de buques de guerra y fuerzas estadounidenses al Caribe claramente genera una preocupación para toda la región. Pero la realidad es que ya hemos tenido el efecto nefasto del régimen venezolano durante los últimos 20 años. Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, Brasil, Panamá, México y Estados Unidos han recibido una migración masiva sin control ni garantías”, afirmó.

El precandidato asegura que el argumento de un posible aumento de la migración o del riesgo humanitario no debe paralizar la acción internacional, pues en su criterio lo peor ya ocurrió.

Han emigrado 8 millones de venezolanos; Colombia tiene 3 millones. ¿Qué más impacto vamos a querer? Ya tenemos la migración desaforada, ya tenemos la presión social. El riesgo no está en actuar; el riesgo está en seguir permitiendo que ese país se hunda sin tomar acciones contundentes”, expresó.

Mancera califica como un error que sectores políticos colombianos se concentren en temores hipotéticos cuando, asegura, los efectos de la crisis venezolana ya marcaron profundamente la economía, la seguridad y la estabilidad social del país.

Qué está en juego ahora mismo

  • La posibilidad de que la confrontación no se quede en sanciones y amenazas, sino que derive en un enfrentamiento militar o conflicto armado.
  • Una profundización de la ruptura diplomática, con consecuencias económicas, humanitarias y de seguridad para toda la región.
  • Una crisis migratoria emergente y compleja, con efectos en países vecinos, especialmente en zonas fronterizas.
  • Reconfiguración geopolítica: alianzas, presiones internacionales y un mapa regional en tensión permanente.

La tensión entre EE. UU. y Venezuela reconfigura el mapa político regional

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