Cali, mayo 31 de 2025. Actualizado: viernes, mayo 30, 2025 23:15
Talleres, apoyo psicosocial y vínculos familiares
Casa Libertad y Jennifer Restrepo Ruiz: inclusión y reconciliación desde las cárceles del suroccidente
Desde la Comuna 21 de Cali, Jennifer Restrepo Ruiz lidera un proceso social que transforma vidas desde adentro del sistema penitenciario.
Creadora de la Fundación Casa Libertad, su trabajo se enfoca en la defensa de los derechos humanos, la resocialización y la inclusión de personas privadas de la libertad, pospenadas y sus familias.
La fundación tiene impacto en el suroccidente colombiano, especialmente en los municipios de Palmira, Jamundí, Ginebra y Cali, donde desarrolla rutas de reintegración con un enfoque integral.
El camino de Jennifer en el trabajo social comenzó en el colegio, donde ya mostraba su disposición por ayudar a los demás. Ese interés tomó forma concreta cuando conoció de cerca la situación de los centros penitenciarios.
Las condiciones inhumanas, la exclusión social y el abandono institucional motivaron sus primeras acciones legales, como tutelas y derechos de petición, que lograron visibilizar los problemas dentro de las cárceles.
A partir de estas acciones se gestó la Fundación Casa Libertad, con la misión de resignificar la calidad de vida de esta población desde la dignidad humana, promoviendo el desarrollo de capacidades, talentos y habilidades para la vida.
Su visión: lograr el reconocimiento como gestores de reconciliación y desestigmatización de personas privadas de la libertad y pospenadas, aportando a la seguridad regional desde la inclusión social.
Estrategias de resistencia
El trabajo de Casa Libertad se desarrolla en medio de desafíos constantes. La gestión de permisos con el INPEC, la escasez de recursos económicos y la necesidad de alianzas son algunas de las dificultades más frecuentes.
En muchas ocasiones, las actividades no son autorizadas dentro de los centros penitenciarios, lo que obliga al equipo a insistir y reorganizar estrategias.
La falta de financiación formal lleva a la fundación a sostenerse mediante campañas de autogestión y apoyo comunitario.
Pese a estos obstáculos, la fundación logró iniciar un proceso de articulación con el Ministerio de Justicia, orientado a que la población postpenitenciaria sea reconocida con un enfoque poblacional.
Este paso permitiría su inclusión en programas sociales, superando las barreras que enfrentan tras cumplir condena, especialmente en el acceso al empleo, la vivienda y la atención psicosocial.
Jennifer también destaca que su labor no se limita al acompañamiento legal. Uno de los objetivos es evitar que las personas egresadas del sistema penitenciario vuelvan a ser invisibles para el Estado.
La ruta de reintegración que ofrece la fundación se adapta a cada caso, brindando apoyo emocional, seguridad alimentaria, asesoría jurídica, talleres de habilidades para la vida y, en algunos casos, gestión de vivienda.
Acciones territoriales y articulación comunitaria
Casa Libertad tiene como eje central el trabajo en red. Sus actividades se desarrollan en los centros penitenciarios de Palmira y Jamundí, así como en estaciones de policía de Cali, Palmira y Ginebra.
Desde la Comuna 21, su equipo realiza acompañamiento directo a personas privadas de la libertad y exreclusas, además de sus familias, con acciones que incluyen:
- Talleres de habilidades para la vida
- Campañas de recolección de productos de aseo
- Apoyo psicosocial
- Gestión de pasajes para reencuentros familiares
- Donación de alimentos y elementos de primera necesidad
Actualmente, 25 personas hacen parte activa de la ruta de reintegración, mientras que el impacto indirecto supera las 200 personas beneficiadas.
Las intervenciones también responden a casos en los que las personas no tienen red familiar en la ciudad. En esos casos, la fundación busca apoyo para transporte, visitas o entrega de insumos básicos.
La organización también articula con otras entidades sociales mediante encuentros y actividades conjuntas. Estas alianzas permiten ampliar su cobertura, compartir metodologías y fortalecer las intervenciones desde lo comunitario.
Historias que dan sentido a la labor
Dos casos han marcado profundamente el trabajo de Jennifer. El primero, una mujer detenida por intento de homicidio tras defenderse de una agresión sexual.
Durante su detención, perdió la custodia de sus hijos, quienes fueron entregados al ICBF. Aunque recuperó la libertad a los cuatro meses, aún no ha podido reunirse con sus hijos.
Actualmente, forma parte del programa de reintegración de Casa Libertad, trabaja en el comedor comunitario de la fundación y, gracias a las gestiones del equipo, ya cuenta con una vivienda que cumple los requisitos exigidos por el Estado.
El segundo caso corresponde a una madre cuyos hijos fueron víctimas de abuso sexual. La mujer agredió al agresor y fue condenada a dos años de prisión.
Tras su liberación, la fundación ofreció atención psicosocial tanto a ella como a sus hijos, afectados emocionalmente por lo ocurrido. Hoy, esta mujer también hace parte del programa y ha empezado un proceso de estabilización familiar.
Estas experiencias, según Jennifer, son muestra de cómo el acompañamiento puede tener efectos reales sobre vidas marcadas por la violencia y la exclusión.
Para muchas de las personas atendidas, ser escuchadas representa la primera oportunidad real en sus trayectorias.
Receptividad y compromiso desde adentro
Uno de los puntos que destaca Jennifer es la actitud de la población carcelaria frente a las intervenciones. A diferencia de lo que podría suponerse, no existe resistencia por parte de las personas privadas de la libertad.
Por el contrario, son receptivos, agradecidos y muchos expresan que por primera vez sienten que alguien los valora como personas.
Este nivel de compromiso refuerza el enfoque de Casa Libertad: no aislar a las personas por su pasado, sino integrarlas activamente a la sociedad, visualizarlas y generar espacios de aceptación.
Las campañas impulsadas por la fundación no solo buscan apoyo material, sino también derribar estigmas sociales y transformar imaginarios colectivos sobre quienes han pasado por el sistema penitenciario.
Con una base comunitaria firme, una visión clara y un enfoque centrado en la dignidad, Jennifer Restrepo Ruiz continúa construyendo procesos de libertad desde donde pocos miran: dentro de las cárceles y desde la periferia de Cali.