Cali, octubre 28 de 2025. Actualizado: lunes, octubre 27, 2025 23:44
Voces empresariales
El ADN del liderazgo femenino: creer, crear y conectar
Por: Rosa Maria Agudelo Ayerbe – Directora del Diario Occidente
El auditorio estaba lleno, cerca de 200 mujeres. Las risas y la conversación surgían cuando alguien decía en voz alta lo que muchas habían sentido en silencio.
En el escenario cuatro mujeres, distintas en historia, edad y formación, se reunieron para hablar del liderazgo y de los retos que implica su ejercicio en un mundo tradicionalmente de hombres.
El encuentro, organizado por la Cámara de Comercio de Cali y Aequales, reunió a mujeres que transforman el mundo empresarial desde la autenticidad, la tecnología, la innovación y la empatía.
En sus palabras se dibujó el mapa de un liderazgo que ya no busca imitar, sino trascender. Mujeres que estamos transformando empresas con IA.
Liderar sin perder la esencia – Niyima Mustafa
Gerente de Asuntos Corporativos en Eficacia
Niyima Mustafa, ingeniera de sistemas, lleva más de dos décadas trabajando en el mundo corporativo, un entorno históricamente masculino que ella ha sabido habitar sin perder su esencia.
En su carrera, desde los años universitarios, ha estado rodeada casi siempre de hombres: en su curso eran treinta hombres y solo cuatro mujeres, y así han sido muchos de sus escenarios profesionales.
Desde su experiencia, habló de la tentación que tenemos muchas al intentar encajar en un modelo ajeno:
“Tratar de que las mujeres perdamos nuestra esencia es perder potencia.” Ella recordó que un día un jefe le dijo que era una “ingeniera extraña”. Sin duda, una ingeniera que desafiaba los estereotipos del perfil técnico tradicional.
Su estilo de liderazgo se ha forjado en la empatía. No lidera desde los números, sino desde la conexión humana.
Cree que los hombres no son rivales, sino aliados, y que el verdadero cambio ocurre cuando dejamos de competir para empezar a crear juntos.
Su mensaje es claro: el talento no tiene género, pero la sensibilidad sí tiene poder. En un mundo donde aún se valora más la voz que el silencio, Niyima recuerda que liderar también es escuchar.
Creer para transformar – Mónica Moreno
CEO de Lidart
La historia de Mónica Moreno es una lección de convicción. Nació en el Distrito de Aguablanca, hija de una mujer que limpiaba casas y de un hombre que soñaba con estabilidad. A
los 16 años le dijeron que la universidad no era para ella, pero a los 18 decidió que sí lo sería el emprendimiento. Con su esposo fundó Lidart, una empresa tecnológica que usa sistemas LIDAR para medir terrenos con precisión láser.
Sin títulos universitarios, se abrió paso hasta ser elegida gerente general y luego CEO de una compañía que hoy opera en nueve países.
Sus logros incluyen haber recibido un grado honoris causa en Administración de Empresas. Escucharla es verdaderamente inspirador.
“La verdadera transformación llegó cuando me convencí de que yo era capaz.”
Su historia es una oda a la resiliencia y a la fe. Entendió que las barreras más duras no son las del entorno, sino las internas. Mónica representa a esa generación de mujeres que aprendió a convertir el miedo en motor y la fe en estrategia.
Para ella, la tecnología no sustituye al ser humano: lo potencia.
Liderar sin jerarquía – Lelia Cardona
Gerente de Estrategia en Coéxito y fundadora de Virtualpits
A los 25 años, Lelia Cardona fue llamada a liderar la transformación digital de una empresa automotriz. No tenía un cargo gerencial, era auditora.
Tampoco contaba con un título en áreas de tecnología, era contadora. Pero tenía una convicción profunda: el liderazgo se ejerce desde el propósito, no desde el cargo.
“Tuve que liderar sin cargo, pero con propósito.”
Su carrera ha sido una constante reinvención. De contadora pasó a dirigir procesos de innovación y estrategia, demostrando que la curiosidad vale tanto como la jerarquía.
Lelia habló de romper paradigmas, los propios y los ajenos. Reconoció que una de las barreras más difíciles fue vencer a su propio impostor, esa voz interna que le hacía pensar que no era capaz. También destacó la importancia de inspirar con acciones y no solo con discursos.
Hoy, desde Coéxito, impulsa la integración de la tecnología en la gestión empresarial con un enfoque humano. Cree en la fuerza del trabajo en equipo y en el valor de las redes de apoyo. “No se trata de imponer, sino de inspirar”, dijo.
Pensar en grande y construir redes – Olivia González
CEO y fundadora de TuCash
Olivia González es ingeniera industrial, emprendedora y soñadora profesional. Fundó TuCash, una plataforma tecnológica que conecta personas y oportunidades, y lo hizo con la convicción de que pensar en pequeño no cambia el mundo.
“No soy capaz de pensar en chiquito.”
Recordó cómo, desde un simple PowerPoint, imaginó su aplicación y convenció a un desarrollador de hacerla realidad.
Su historia es un homenaje a la visión expansiva: atreverse, persistir y rodearse bien. Para Olivia, las redes no son solo contactos, son espacios de crecimiento.
“El no ya lo tienes. Cuando tocas una puerta, tienes 50% de probabilidad de que te digan que sí.”
Su mensaje final fue una invitación a la acción: perder el miedo a fallar, tocar puertas sin pena y construir alianzas que inspiren. En un mundo hiperconectado, su liderazgo nos recuerda que los grandes cambios comienzan con una conversación.
El hilo invisible
Cuatro historias, cuatro caminos, un mismo ADN.
Todas distintas, todas con un punto en común: la determinación. En sus voces hay propósito, coraje y una visión compartida del liderazgo como puente, no como muro.
Ellas no compiten, se complementan. No hablan de poder, sino de influencia; no buscan ocupar espacios, sino crear nuevos.
Durante el conversatorio, las cuatro coincidieron en algo esencial: detrás de cada historia hay una red de apoyo. Todas han tenido a su alrededor hombres que confiaron, enseñaron e impulsaron su crecimiento.
Lo comparto también desde mi experiencia: mis jefes y compañeros de trabajo fueron parte de mi camino. Pero surgió una pregunta: ¿Por qué a veces no recibimos el mismo apoyo de otras mujeres? Una reflexión que quedará abierta para otra nota.
El foro fue un recordatorio de que el liderazgo femenino no se mide en cargos, sino en impacto. Y que cuando las mujeres creen, crean y conectan, el futuro deja de ser promesa para convertirse en realidad. Una realidad que todavía no goza la mayoría de las mujeres.

