Cali, septiembre 3 de 2025. Actualizado: miércoles, septiembre 3, 2025 15:15

Célimo Sinisterra

Dos negros abolicionistas en Brasil

Célimo Sinisterra

Luis Gama: el esclavizado que liberó a miles de negros en Brasil

En la historia de Brasil, pocas figuras condensan tanta fuerza moral y tanta lucidez como Luis Gama. Nacido en 1830 en Salvador de Bahía, hijo de una mujer negra libre y de un hombre blanco, Gama conoció la tragedia desde niño: a los 10 años fue vendido como esclavo por su propio padre para saldar deudas de juego.

De esa infancia marcada por la violencia y la traición nació un espíritu rebelde que más tarde encendería una de las llamas más potentes contra la esclavitud.

Aunque apenas tuvo acceso formal a la educación, Luiz Gama se formó como autodidacta. Aprendió a leer y a escribir, se hizo poeta satírico, periodista combativo y, sin título universitario, ejerció como abogado en defensa de los esclavizados.

Su ingenio legal y su valentía lo llevaron a litigar en los tribunales de São Paulo, donde logró la libertad de más de 500 personas que eran mantenidas ilegalmente en cautiverio.

Su figura fue la de un jurista popular, un hombre que usaba las leyes creadas por los poderosos para ponerlas al servicio de los oprimidos.

Pero Luiz Gama no solo fue un abogado: fue un militante político radical. Desde la prensa atacó la monarquía, el racismo y la hipocresía de una élite que predicaba la civilización mientras traficaba con seres humanos.

Sus versos satíricos ridiculizaban a los esclavistas, y su oratoria apasionada encendía a quienes soñaban con un Brasil diferente. Fue, en todo sentido, un hombre libre, incluso cuando las cadenas lo marcaron en carne viva.

Su muerte en 1882, seis años antes de la abolición formal de la esclavitud en Brasil, fue un acontecimiento popular.

Miles acompañaron su entierro en São Paulo, conscientes de que se despedían de uno de los grandes luchadores por la justicia.

Hoy, recordar a Luiz Gama no es solo un acto de memoria histórica; es un llamado a reconocer que la libertad en América Latina se conquistó con sangre, con inteligencia y con coraje de hombres y mujeres afrodescendientes que desafiaron el orden establecido. Gama, el esclavo que se convirtió en abogado, nos recuerda que la dignidad no se concede: se arranca a la injusticia.

André Rebouças: el negro ingeniero de la libertad en Brasil

En la historia del Brasil imperial, marcada por contradicciones entre modernidad y atraso, hay figuras que encarnan la lucha por una nación más justa.

Una de ellas es André Rebouças (1838-1898), ingeniero, inventor, militar, pensador y, sobre todo, un ferviente abolicionista.

Su vida fue la prueba de que el talento y la dignidad podían abrirse paso en un país esclavista, aunque también evidenció los límites de una sociedad que se negaba a aceptar plenamente la igualdad racial.

Hijo de un abogado negro libre, Rebouças tuvo acceso a la educación en un tiempo en que la mayoría de los afrodescendientes eran condenados a la esclavitud o a la marginalidad.

Estudió ingeniería militar y se destacó en la construcción de obras estratégicas como el abastecimiento de agua de Río de Janeiro y proyectos ferroviarios que simbolizaban el progreso. Sin embargo, más allá de los cálculos y planos, su verdadera vocación fue la lucha por la justicia social.

Rebouças entendió pronto que no había modernización posible en un país sostenido sobre la explotación de millones de hombres y mujeres esclavizados.

Junto a otros abolicionistas como Luiz Gama y José do Patrocínio, emprendió una cruzada intelectual y política para acabar con el régimen esclavista.

Pero su visión fue más allá de la libertad formal: propuso una reforma agraria que diera tierras a los libertos, convencido de que, sin acceso a los medios de subsistencia, la abolición sería apenas un gesto vacío.

Hoy, André Rebouças es recordado como mucho más que un ingeniero brillante. Fue un visionario que entendió que la libertad debía estar acompañada de oportunidades reales, y que la igualdad no podía limitarse al papel de las leyes.

En tiempos en que Brasil aún enfrenta profundas desigualdades sociales y raciales, su legado permanece como una brújula ética y política.

Porque Rebouças, con pluma y con ideas, nos recordó que la verdadera ingeniería no es la de los puentes y los acueductos, sino la de la justicia y la dignidad humanas.

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sábado 30 de agosto, 2025
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