Cali, septiembre 7 de 2025. Actualizado: sábado, septiembre 6, 2025 20:17

Jaime Alberto Leal Afanador

La fórmula CP para triunfar en la vida

Jaime Alberto Leal Afanador, rector UNAD

Ser exitoso, reconocido, triunfar, ganar, salir adelante, tener más, sentirse realizado, son diversas expresiones del deseo de superarse a sí mismo, de cruzar metas cada vez más altas, de alcanzar objetivos propios y de destacar en cualquier actividad, disciplina, tarea o propósito de vida.

Todos, de diferente forma, anhelamos ir más allá, y para ello, entre otras acciones, asumimos rutinas, estudiamos, trabajamos, nos comprometemos con un equipo, hacemos pactos y ahorramos.

También hay personas que obtienen lo deseado y lo hacen parecer muy fácil. Porque tienen suerte, un talento excepcional o importantes conexiones sociales y laborales que les ayudan, pero estos son casos que suceden a muy pocos.

También es cierto que no siempre llegamos a donde queremos, que no alcanzamos el objetivo trazado o que no podemos hacer el viaje o la compra deseada, u obtener un determinado trabajo, entre otras muchas expectativas de vida.

Por ello, muchos creen que sin suerte, talento o contactos es imposible salir adelante en los propósitos que se tienen en la vida, pero por estudio, experiencia y comprobación, me permito decirles que no es así, que cualquier persona puede – en condiciones razonables lograr lo que se propone en la vida si aplica la fórmula CP.

Condiciones razonables son, por ejemplo, llegar a tener una cadena de minitiendas si ya hay alguna experiencia al respecto y se ha comenzado con una; querer obtener un título de doctorado si ya se tiene una formación profesional; adquirir una vivienda si hay antecedentes de ahorro; o salir de una enfermedad, si se siguen los tratamientos y se toman los medicamentos.

Hay que ser aterrizado a la hora de evaluar la distancia entre el punto de partida y el de llegada.

Por el contrario, no pueden considerarse como condiciones razonables aquellas que se confían a un albur o un imposible como, por ejemplo, querer vivir en Francia sin tener trabajo, visa ni hablar el idioma; recuperar la vista perdida con solo desearlo; o ser elegido alcalde sin darse a conocer ni hacer campaña.

El CP es la fórmula de: Constancia en el Propósito.

La vida no es enseña que el CP no es infalible, pero sí que es el mejor camino para triunfar; aun cuando largo, extenuante y a veces poco emotivo, ser disciplinado, respetar las rutinas, definir procesos y fijar metas a partir de un objetivo claro, son esenciales para alcanzar lo que se quiere.

La cosecha no se recoge de la noche a la mañana, y el éxito tampoco. Son producto de la siembra de tiempo atrás y del cuidado, diario, de la misma.

La historia muestra cómo la mayoría de los grandes emprendedores, personas con éxito, artistas, líderes políticos y sociales y miembros reconocidos de cualquier comunidad, han debido recorrer un largo camino para llegar a donde están; con esfuerzo, disciplina y constancia en el propósito e, incluso, a veces con preocupantes adversidades.

Quienes aplican el CP tienen clara cuál es su meta, es esfuerzan por ella día a día, hacen calladamente su trabajo (aunque muchos no lo noten), aprenden de los fallos, ahorran lo que les sobra, invierten en su formación y nunca pierden su norte.

Cuando tenemos un por qué para vivir encontramos el cómo. Así como madres y padres entienden que trasnochar por el cuidado y salud de su bebé no tiene precio; así como muchas secretarias estudian (pese a su cansancio) en la noche después de un largo día de trabajo para lograr un ascenso laboral; así como un joven profesional logra hacerse independiente con su propia oficina tras ahorrar cuanto peso le sobraba dejando de gastar en muchas cosas que quería, etcétera.

Y así como todos ellos, quien se consagra a una causa y trabaja por ella (tiene Constancia en el Propósito y no se desvía) no tendrá el éxito asegurado, pero indudablemente sí está tomando el camino indicado hacia una vida mejor y hacia su propia superación.

Y esto es una cuestión de actitud, que cualquier persona, sin importar su apellido, su cuenta bancaria o sus amigos, puede desarrollar.

Vale la pena intentarlo y para ello hay que comenzar por definir un objetivo de vida.

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sábado 23 de agosto, 2025
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