Cali, septiembre 7 de 2025. Actualizado: sábado, septiembre 6, 2025 20:17
La fórmula CP para triunfar en la vida
Ser exitoso, reconocido, triunfar, ganar, salir adelante, tener más, sentirse realizado, son diversas expresiones del deseo de superarse a sí mismo, de cruzar metas cada vez más altas, de alcanzar objetivos propios y de destacar en cualquier actividad, disciplina, tarea o propósito de vida.
Todos, de diferente forma, anhelamos ir más allá, y para ello, entre otras acciones, asumimos rutinas, estudiamos, trabajamos, nos comprometemos con un equipo, hacemos pactos y ahorramos.
También hay personas que obtienen lo deseado y lo hacen parecer muy fácil. Porque tienen suerte, un talento excepcional o importantes conexiones sociales y laborales que les ayudan, pero estos son casos que suceden a muy pocos.
También es cierto que no siempre llegamos a donde queremos, que no alcanzamos el objetivo trazado o que no podemos hacer el viaje o la compra deseada, u obtener un determinado trabajo, entre otras muchas expectativas de vida.
Por ello, muchos creen que sin suerte, talento o contactos es imposible salir adelante en los propósitos que se tienen en la vida, pero por estudio, experiencia y comprobación, me permito decirles que no es así, que cualquier persona puede – en condiciones razonables lograr lo que se propone en la vida si aplica la fórmula CP.
Condiciones razonables son, por ejemplo, llegar a tener una cadena de minitiendas si ya hay alguna experiencia al respecto y se ha comenzado con una; querer obtener un título de doctorado si ya se tiene una formación profesional; adquirir una vivienda si hay antecedentes de ahorro; o salir de una enfermedad, si se siguen los tratamientos y se toman los medicamentos.
Hay que ser aterrizado a la hora de evaluar la distancia entre el punto de partida y el de llegada.
Por el contrario, no pueden considerarse como condiciones razonables aquellas que se confían a un albur o un imposible como, por ejemplo, querer vivir en Francia sin tener trabajo, visa ni hablar el idioma; recuperar la vista perdida con solo desearlo; o ser elegido alcalde sin darse a conocer ni hacer campaña.
El CP es la fórmula de: Constancia en el Propósito.
La vida no es enseña que el CP no es infalible, pero sí que es el mejor camino para triunfar; aun cuando largo, extenuante y a veces poco emotivo, ser disciplinado, respetar las rutinas, definir procesos y fijar metas a partir de un objetivo claro, son esenciales para alcanzar lo que se quiere.
La cosecha no se recoge de la noche a la mañana, y el éxito tampoco. Son producto de la siembra de tiempo atrás y del cuidado, diario, de la misma.
La historia muestra cómo la mayoría de los grandes emprendedores, personas con éxito, artistas, líderes políticos y sociales y miembros reconocidos de cualquier comunidad, han debido recorrer un largo camino para llegar a donde están; con esfuerzo, disciplina y constancia en el propósito e, incluso, a veces con preocupantes adversidades.
Quienes aplican el CP tienen clara cuál es su meta, es esfuerzan por ella día a día, hacen calladamente su trabajo (aunque muchos no lo noten), aprenden de los fallos, ahorran lo que les sobra, invierten en su formación y nunca pierden su norte.
Cuando tenemos un por qué para vivir encontramos el cómo. Así como madres y padres entienden que trasnochar por el cuidado y salud de su bebé no tiene precio; así como muchas secretarias estudian (pese a su cansancio) en la noche después de un largo día de trabajo para lograr un ascenso laboral; así como un joven profesional logra hacerse independiente con su propia oficina tras ahorrar cuanto peso le sobraba dejando de gastar en muchas cosas que quería, etcétera.
Y así como todos ellos, quien se consagra a una causa y trabaja por ella (tiene Constancia en el Propósito y no se desvía) no tendrá el éxito asegurado, pero indudablemente sí está tomando el camino indicado hacia una vida mejor y hacia su propia superación.
Y esto es una cuestión de actitud, que cualquier persona, sin importar su apellido, su cuenta bancaria o sus amigos, puede desarrollar.
Vale la pena intentarlo y para ello hay que comenzar por definir un objetivo de vida.