Cali, septiembre 17 de 2025. Actualizado: miércoles, septiembre 17, 2025 16:37
¿Quién la tiene más grande?
Hace unos días fuimos testigos del inmenso e intimidante desfile militar del país del dragón. Una exhibición de fuerza concebida para un destinatario específico, un espectador que observaba desde el otro lado del globo: los Estados Unidos.
Por su parte, el reciente despliegue del poderío americano en el mar Caribe, con el propósito de acorralar al cartel de los Soles, también ha servido para recordarnos el calibre del arsenal con que cuenta el Tío Sam.
Y tanto China como Estados Unidos continúan año tras año modernizando, creciendo y perfeccionando sus ejércitos.
De manera ingenua, algunos llegamos a creer que la absurda carrera armamentista había terminado con la caída del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética.
Creímos que las potencias ya tenían un acervo armamentístico capaz de aniquilar no una, sino varias veces al planeta entero.
Pero no ha sido así. Se siguen fabricando armas, y cada vez más sofisticadas. Y es aquí donde la máxima de Cicerón cobra pleno sentido: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra.”
Sí, es paradójico que la paz del mundo no se defienda con flores ni himnos, sino con disuasión. Las advertencias están sobre la mesa: para el primero que se atreva a atacar, la respuesta será devastadora.
Nos encontramos frente a la lógica implacable de la política internacional de las grandes potencias. Sin embargo, me atrevo a pensar que la verdadera grandeza de una nación no se mide por el tamaño de sus misiles, sino por su capacidad de garantizar que nunca tenga que dispararlos.
Porque, al final, “el que la tiene más grande” es quien logra imponer la paz sin tener que disparar un solo tiro.