Salvemos el país

Hugo E. Gamboa Cabrera

En una tertulia de amigos (son muchas las que se realizan en el país junto a foros, centros de estudios, etc., debido al preocupante desgobierno que nos rige en el país), se definieron conclusiones que nos tienen al filo de la navaja.

Una, tal vez la principal, es aquella en la que se mueve la izquierda desde el poder como es la de aprovechar la estrechez mental de quienes habitan la Colombia profunda y de otros que teniendo un poco más de capacidad analítica, los mueve el sectarismo de una ideología que utilizan para imponer una estilo político de resentimiento contra quienes han podido salir adelante gracias al emprendimiento; de jubilarse después de muchos años trabajando y cotizando o, prepararse académicamente para mejorar su condición personal y familiar.

Algunos, muy pocos, que se empaparon con las lecturas del “libro negro del comunismo”; con las del fundador del partido comunista en Italia Antonio Gramsci, con las de Karl Marx o de aquella historia casi medieval de cuando los bolcheviques de Lenin acabaron con el régimen zarista en Rusia para imponer, precisamente, lo que se establece en el “libro negro”.

Algunos dirán que esa es una forma de hacer política, así sea acabando con libertades y derechos pero, siendo realistas, un Estado así no es bueno para la mayoría de quienes residen en un país.

Por ello, en la tertulia con amigos preocupados por la entrega del país a grupos irregulares, creemos que los que aspiran a ser candidatos presidenciales y al Congreso, sin ser izquierdistas, deben centrarse en proponerle al país cosas que tengan que ver con su futuro en general y no limitarse a vivir pendientes de lo que diga el actual mandatario para responderle, es decir, si él lanza dos piedras se le responde con cuatro.

Consideramos que esa fórmula es equivocada pues replica lo que equivocadamente se la pasa diciendo Petro. No olvidemos que la clase alta en nuestro país es del 3.1%, la media 32.4% y la baja que incluye pobres y vulnerables el 64.5%.

Es a esta última a la que Petro adoctrina porque sabe de su importancia electoral. En esta franja es dónde deben actuar los distintos a la izquierda, no solo políticamente sino con propuestas sociales y económicas reales en los que prevalezca la unidad del país y no el caos y la violencia.