Cali, junio 14 de 2025. Actualizado: viernes, junio 13, 2025 23:07
Desde la sala de redacción, 35 años de periodismo
Univalle: 80 años transformando vidas desde el corazón del suroccidente
Por: Rosa María Agudelo – Directora Diario Occidente
Cierro los ojos y vuelvo a aquel salón amplio y sin pretensiones donde estudié Comunicación Social en el edificio 383.
Recuerdo las voces diversas, los debates apasionados, la certeza compartida de que la educación era nuestro ascenso posible.
Así era la Universidad del Valle: un lugar donde cabíamos todos. En mi época estaba celebrando 40 años.
Increíble que ya sean ochenta años después de su fundación, y sigue siendo eso y mucho más.
Cada generación tiene su Univalle. La de los pioneros que comenzaron con apenas cuatro programas.
La de quienes marcharon en el 71. La de los que resistieron la crisis del 98 gritando “Universidad abierta y funcionando”. Y también la mía, que encontró en sus aulas una forma de entender el mundo y de narrarlo.
¿Qué significa que una universidad cambie el destino de una región?
La historia de Univalle no se mide solo en cifras, sino en transformación. Desde su creación en 1945, fue pensada como una respuesta al cambio industrial del Valle del Cauca.
Tulio Ramírez, su fundador, entendió que sin educación no habría desarrollo. Y tenía razón.
En los años 60, la construcción de la Ciudad Universitaria de Meléndez marcó un punto de quiebre. Un proyecto inspirado en Stanford, apoyado por el BID y ejecutado con visión.
Desde allí se consolidó el modelo que convirtió a Univalle en el motor académico del suroccidente colombiano.
Educación pública como camino de equidad
Lo que más me conmueve al recorrer su historia es su compromiso con la inclusión. Más del 50% de sus estudiantes son mujeres.
Más de 3.000 se reconocen como afrodescendientes. Más de 700 como indígenas. La mayoría viene de hogares sin privilegios. Y aún así, o quizás por eso mismo, muchos llegan tan lejos.
No exagero cuando digo que Univalle ha sido la única puerta abierta para miles. En las aulas no importaba de dónde venías, sino lo que eras capaz de construir con tu pensamiento.
Esa fe en el mérito, esa defensa de lo público, ha sostenido a la institución en sus momentos más duros.
¿Y qué viene ahora?
Hoy los retos son distintos, pero no menores. La inteligencia artificial, la financiación universitaria, la calidad y cobertura en zonas apartadas, exigen nuevas respuestas.
Por eso, el plan de desarrollo 2025-2035 —que se construye con participación activa de todos los estamentos— es vital. No es solo un documento. Es una brújula para navegar un mundo en cambio.
En 2024, la Universidad renovó su Acreditación de Alta Calidad por diez años. Un logro que no solo avala su excelencia académica, sino su cultura de mejora continua.
También fue reconocida como la cuarta mejor universidad del país según el Ranking U-Sapiens, y la segunda donde más se aprende, de acuerdo con Times Higher Education.
Univalle, identidad vallecaucana
No se puede contar la historia del Valle del Cauca sin hablar de la Universidad del Valle.
Sus egresados estamos en todas partes: en hospitales, empresas, medios, instituciones, organizaciones sociales. Somos más de 100.000 profesionales que le hemos devuelto a la región mucho más de lo que recibimos.
A veces olvidamos que no todas las universidades públicas logran sostener este nivel de excelencia, inclusión e impacto. Univalle lo ha hecho, a pesar de las crisis, de los recortes, de los intentos por instrumentalizarla.
Su fuerza está en su comunidad: estudiantes críticos, docentes comprometidos, trabajadores que entienden que esta casa es más que ladrillos.
Mirar al futuro sin olvidar el origen
El nodo de Suárez, Cauca, que abrió recientemente, es prueba de esa vocación de expansión con sentido. Llevar educación a territorios históricamente excluidos no es una tarea menor.
Y hacerlo con calidad es lo que distingue a Univalle.
También lo hace su investigación. Con más de 250 grupos activos, la universidad se ubica solo detrás de la Nacional y la de Antioquia en producción investigativa.
Pero lo que más valoro es que muchas de esas investigaciones no se quedan en el papel: buscan soluciones reales para problemas urgentes.
¿Estamos listos para otros 80 años?
Quizás la pregunta no sea si lo estamos, sino cómo queremos estarlo. En una época de polarización, de incertidumbre económica, de transformaciones tecnológicas aceleradas, las universidades tienen que ser faro.
Univalle lo ha sido y debe seguir siéndolo. Espero que no caiga en el juego populista que hoy marca los rumbos del desarrollo del país.
Conozco sus heridas, sus luchas internas, sus errores. Pero también he visto cómo se levanta, cómo se adapta, cómo resiste.
Por eso, este aniversario debe ser un llamado: a cuidarla, a defenderla, a actualizar su promesa.
Porque cuando se cumple una fecha tan simbólica, lo esencial no es la celebración. Es la dirección.
Y yo confío —como periodista, egresada y ciudadana— que Univalle seguirá siendo ese lugar donde el conocimiento y el análisis es la base de las decisiones.
Desde la sala de redacción: 35 años de periodismo
Este proyecto es una mirada al pasado, al presente y al futuro de Colombia a través de la experiencia periodística. A través de estas crónicas, busco no solo recordar, sino entender las lecciones que el tiempo nos ha dejado.
Porque el periodismo no es solo contar la historia, sino cuestionarla y, en ocasiones, desafiarla.