Cali, julio 26 de 2025. Actualizado: viernes, julio 25, 2025 23:40
El acuerdo con Venezuela abre graves dudas sobre seguridad, legalidad y control territorial en la frontera.
Zona binacional: ¿Qué negociaron Petro y Maduro?
¿Qué fue lo que realmente acordaron los gobiernos de Colombia y Venezuela? ¿Por qué el país se enteró por Nicolás Maduro y no por Gustavo Petro? ¿Acaso hay algo que esconder?
Las dudas crecen a medida que se conocen más detalles del memorando firmado entre ambos gobiernos para crear una “zona binacional de paz y desarrollo”, que abarca los departamentos colombianos de La Guajira, Cesar y Norte de Santander, y los estados venezolanos de Zulia y Táchira.
Lejos de ser un anuncio técnico, este acuerdo tiene implicaciones de fondo: involucra soberanía, seguridad, gobernanza y uso del suelo, sin que haya pasado por el Congreso de la República, sin que se haya debatido públicamente y sin que haya claridad sobre los compromisos adquiridos.
Es decir, es un pacto opaco, sin controles democráticos, y la mayor preocupación es que pueda otorgarle un nivel de influencia directa al régimen venezolano sobre decisiones internas en territorio colombiano.
En esa zona opera el ELN, una guerrilla binacional que se mueve libremente entre los dos países y este acuerdo, lejos de acorralarla, puede facilitar su expansión territorial y criminal.
La frontera no puede convertirse un corredor logístico del crimen organizado, sin presencia efectiva del Estado ni garantía de legalidad.
Tampoco hay claridad sobre quién coordinará la cooperación militar o cómo se protegerán los recursos naturales de la región.
No es un asunto menor. Un acuerdo de este calibre, que compromete la seguridad nacional y la soberanía territorial, debió ser debatido y aprobado por el Congreso.
Saltarse ese control constitucional es grave. Aceptar que la comunicación oficial venga desde Caracas, mientras el presidente Petro guarda silencio, es aún más preocupante.