Cali necesita orden y disciplina

La intensificación de los operativos de movilidad y seguridad por parte de la Alcaldía de Cali ha generado reacciones, especialmente entre mototaxistas, transportadores informales y comerciantes nocturnos.

Sin embargo, es fundamental entender que estos controles no son solo necesarios, sino esenciales para garantizar el orden y la convivencia en la ciudad.

En Cali muchas personas se acostumbraron a actuar como si las normas no existieran o no aplicaran para ellas, ocasionando un desorden que no solo afecta la movilidad, sino que genera serios problemas de convivencia y afecta la calidad de vida de todos.

Bien dicen que el desorden antecede al crimen, pues donde no hay reglas claras ni controles estrictos, el caos se expande y propicia el surgimiento de actividades delictivas.

En ese sentido, las decisiones tomadas en la materia por la administración del alcalde Alejandro Eder pueden ser impopulares para algunos, pero son necesarias para todos.

El objetivo de estos controles es devolver el respeto a las normas y, con ello, mejorar la calidad de vida en la ciudad.

Los caleños que cumplen las reglas, que tienen sus documentos en orden, que no ocupan el espacio público indebidamente y no parquean en lugares prohibidos, no tienen por qué temer a estos operativos.
La disciplina y la cultura ciudadana son esenciales para el desarrollo de cualquier urbe.

Ciudades como Nueva York y Singapur lograron reducir la accidentalidad y la criminalidad tras endurecer los controles de tránsito y seguridad.

En Cali, estos operativos buscan lo mismo: una ciudad más segura y ordenada.

Si el gobierno local persiste, es muy posible que se logre un cambio de actitud en aquellos caleños indisciplinados y, con ello, mejorar la convivencia en nuestra ciudad.

Quien no quiera ser sancionado, simplemente debe cumplir con la ley.

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