Cali, enero 20 de 2025. Actualizado: domingo, enero 19, 2025 21:45
Mientras Colombia importa gas natural, posee reservas que podrían garantizar el suministro interno y reducir costos ambientales y económicos.
Gas: la paradoja de la autosuficiencia perdida
Colombia, que durante 45 años fue autosuficiente en gas, inició la importación de este recurso.
Según informó la empresa TPL Gas, el pasado 29 de noviembre llegó la primera carga de Gas Natural Licuado (GNL) importado a la regasificadora de Cartagena.
Este gas ya fue suministrado a ocho empresas para evitar el desabastecimiento ante un déficit proyectado del 8,2% en 2025 y del 20,6% en 2026.
Este panorama evidencia un problema de fondo: las decisiones ideológicas del gobierno del presidente Gustavo Petro están marcando el rumbo energético del país, obligando a la importación de gas en lugar de agilizar los permisos necesarios para explotar los recursos nacionales.
El médico y experto en cambio climático Camilo Prieto afirmó que Colombia está transitando de la autosuficiencia a la dependencia del gas importado, lo que trae no solo costos económicos más altos, sino también un impacto ambiental significativo.
Producir gas en el país es mucho menos contaminante que importarlo, ya que los procesos de licuar, transportar y regasificar incrementan las emisiones de gases de efecto invernadero.
La falta de claridad por parte del gobierno es otra preocupación.
Mientras el ministro de Minas, Andrés Camacho, asegura que la demanda nacional de diciembre será cubierta con producción local, las importaciones demuestran lo contrario.
¿Por qué el gobierno insiste en ocultar la realidad? Si Colombia cuenta con los recursos necesarios para garantizar su autosuficiencia, ¿por qué prefiere importar un recurso más caro y contaminante?
Resulta paradójico que justo en este contexto, se haya anunciado el hallazgo de Sirius, el mayor yacimiento de gas natural descubierto en el país, con reservas que podrían incrementar en un 200% la capacidad actual.
El gobierno debe replantear su estrategia y priorizar la explotación de yacimientos como Sirius, garantizando un futuro energético que sea económicamente viable y ambientalmente responsable.