Leonor Vásquez de Díaz… Elegía

Fabio Larrahondo Viáfara

Para tener en cuenta 1:

– A sus 101 años 8 meses y con el amor eterno de sus hijos, nietos y bisnieta, además del sentimiento y solidaridad de muchísimas personas, voló a lo más alto doña Leonor Vásquez de Díaz, a la que bien puedo llamar la más fiel lectora del Diario Occidente en todas sus facetas, siempre lo siguió en su hogar en Candelaria -Valle-, donde deja gran huella y una familia ejemplar.

Le encantaba sentir este periódico en sus manos y no dejaba espacio sin leer. Cuando el diario dio el saltó a la virtualidad no se rindió, porque sus hijos se lo imprimían… Y, con rubor les digo, que su columna preferida era “Ventana”, seguramente por aquello de ser coterráneos y amigo imperecedero de su familia… ¡Muchas gracias doña Leonor!

Para tener en cuenta 2:

– Sus honras fúnebres fueron un arco iris de sentimientos y solidaridad; también fue motivo para el reencuentro con compañeros de escuela, colegio y otros ámbitos.

Aunque en el aire flotaban muchos temas por tratar, el sentimiento se concentró en ella y su familia, aquel hogar que conformara con don Raúl Díaz Materón, quien partió primero, y dejó un legado de obras y conquistas básicas para el desarrollo de Candelaria y el bienestar de sus habitantes, basta con citar el Cuerpo de Bomberos, la empresa de energía, Acuavalle y hasta el cine, en el teatro me vi todo el ciclo de oro del Cine Méxicano.

Para tener en cuenta 3:

– Las expresiones de solidaridad llegaron y continuarán llegando para sus hijos Carlos Alberto, Patricia, Graciela, Martha y Clarita Díaz de Triana, lo mismo que a sus nietos Juliana Andrea, Daniel Eduardo, Samuel y Renata, y a su bisnieta Julieta…enormes disculpas sí alguno se me quedó por fuera y a este compendio agrego a Ovidio Triana, porque, además de esposo de Clarita, es un miembro muy querido en la familia.

Todos ellos tienen enormes recuerdos gratos de doña Leonor, aquella que supo llegar feliz a la puesta del sol de la vida…. Y nos llega el recuerdo de Raul, quien partió primero.

Para tener en cuenta 4:

– Ella supo vivir con la discreción y el señorío, bajo la nube de la sabiduría de los años, con la compañía y el calor de su familia, y con tiempo para sus reflexiones junto a inolvidables plantas en su jardín, en el patio de sus paseos, seguramente no solo físicos, sino también de aquellas incursiones y excursiones mentales que todos algún día, alguna vez, en el algún momento solemos tener.

Para tener en cuenta 5:

– Vuele muy alto doña Leonor… y escribo esta Ventana con nostalgia y sabiendas que he perdido una fiel y admirada lectora, pero con la seguridad que desde el seno de su familia no se borrará la huella de su legado hermoso y profundo…