Con Vicky, arranca la campaña

La renuncia de Vicky Dávila a la dirección de la revista Semana marca el inicio de la campaña para las elecciones de 2026.

La posible candidatura de la periodista –ahora confirmada- tenía a unos y a otros en ascuas, porque el escenario con ella será muy diferente a los vistos en Colombia en otras campañas, por varias razones…

La primera es que Dávila, al no haber ocupado cargo público alguno ni estar matriculada a un partido político ni haber participado en elecciones, así como por su estilo frentero, cumple con un perfil que, según los estrategas electorales, tiene altas posibilidades de triunfo: es una outsider.

La segunda es que, al haber destapado varios escándalos de la campaña y el gobierno del presidente Gustavo Petro y, por lo mismo, ser blanco de críticas y señalamientos por parte del mandatario, Vicky Dávila tiene ventaja sobre otros candidatos anti gobierno, porque hoy el referente de la oposición en Colombia no es ningún congresista ni un político, es ella.

Lo tercero es que la directora de Semana tiene ahora el reto de mantener, por fuera de la revista, el peso que ha logrado en la opinión pública nacional, porque no se puede negar que, a través de la publicación, la periodista bugueña orienta la agenda de conversación del país.

En el pasado, mediano y reciente, personalidades que ganaron gran peso en la opinión pública y se volvieron presidenciables, como el exprocurador Alejandro Ordóñez y el exfiscal Francisco Barbosa se desvanecieron tan pronto dejaron sus cargos… Su peso político más que ellos, estaba en sus puestos.

Eso es lo que tiene que evitar Vicky Dávila para consolidarse como opción.

En 2022, por primera vez Colombia estuvo a punto de elegir presidente a un outsider, el fallecido ingeniero Rodolfo Hernández, cuya campaña marcó –tanto con sus aciertos como sus errores- lo que debe y no debe hacer un candidato de estas características para llegar a la Presidencia de la República.

Si Dávila, junto a sus asesores, descifra esas claves, puede convertirse en la única opción para ganarle al que diga Petro, pero, si además de asustar al Pacto Histórico asusta también a los partidos tradicionales, corre el riesgo de dividir a la oposición y facilitarle el camino al petrismo.

Hoy la campaña gira entorno a Vicky y a Petro, y el éxito de la aspiración de la periodista depende de que este escenario se mantenga.

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