Cali, septiembre 1 de 2025. Actualizado: lunes, septiembre 1, 2025 14:43
La biología del déjà vu
¿Por qué sentimos que ya hemos vivido lo que apenas sucede?
Todos lo hemos experimentado: una calle desconocida que se siente familiar, una conversación que parece repetida, un instante en el que todo nos grita “esto ya pasó”.
Es el famoso déjà vu, una de las experiencias más extrañas y universales de la mente humana. Aunque durante siglos se interpretó como un fenómeno místico, la ciencia actual comienza a arrojar luces sobre su origen.
Los investigadores más escépticos sostienen que el déjà vu es simplemente un error en los circuitos de la memoria. El cerebro, al procesar una experiencia nueva, la almacena de manera momentánea en la memoria a corto plazo.
Pero si algo activa de forma involuntaria los circuitos de la memoria a largo plazo, la situación se siente familiar aunque sea completamente nueva.
Es como si el cerebro archivara el archivo en la carpeta equivocada, generando una ilusión de repetición.
La explicación neurológica
Estudios con resonancia magnética han mostrado que el déjà vu activa áreas relacionadas con la memoria y la detección de conflictos, como el hipocampo y la corteza frontal.
Esto sugiere que el cerebro se da cuenta de la incongruencia (“esto es nuevo, pero parece viejo”) y lo señala como una alerta.
Curiosamente, los déjà vu son más comunes en personas jóvenes y tienden a disminuir con la edad. También aparecen con más frecuencia en individuos que sufren epilepsia del lóbulo temporal, lo que refuerza la idea de que son descargas eléctricas atípicas en zonas de la memoria.
Entre ciencia y misticismo
Aunque la explicación científica gana terreno, el déjà vu sigue fascinando en el ámbito espiritual. Muchas culturas lo interpretan como señales de vidas pasadas, universos paralelos o avisos de que estamos en el “camino correcto”.
En la literatura y el cine, se ha convertido en símbolo de lo misterioso, como en Matrix, donde un déjà vu anunciaba un fallo en la simulación.
¿Sirve para algo?
Algunos investigadores creen que el déjà vu tiene una función adaptativa: es un sistema de chequeo de la memoria, una manera de probar la solidez de nuestros recuerdos.
Otros lo relacionan con la creatividad, pues quienes reportan más déjà vu también tienden a puntuar alto en pruebas de imaginación y pensamiento lateral.
Cómo vivirlo
Lejos de asustarnos, el déjà vu puede ser visto como una oportunidad: un recordatorio de que nuestra mente es mucho más compleja de lo que creemos.
En ese instante breve, sentimos cómo el pasado y el presente se superponen, desafiando nuestra idea lineal del tiempo.
El déjà vu es un enigma aún abierto. Puede ser un error neuronal, un ajuste de memoria o un destello de algo más profundo.
Sea lo que sea, nos recuerda que nuestra percepción de la realidad no es absoluta, sino un delicado tejido de recuerdos, emociones y misterios que todavía no comprendemos del todo.