Cali, julio 13 de 2025. Actualizado: viernes, julio 11, 2025 23:27

¿Cómo se da la desconexión con el entorno?

El despertar incómodo: cuando comienzas a darte cuenta de que tu entorno ya no vibra contigo

El despertar incómodo: cuando comienzas a darte cuenta de que tu entorno ya no vibra contigo
Foto: Pixabay
sábado 12 de julio, 2025

Nadie te lo dice al principio. Crees que despertar la conciencia será luz, claridad y expansión.

Y sí, lo es. Pero también es duelo. Porque cuando tú cambias por dentro, el mundo que conocías afuera comienza a sentirse extraño.

Personas que antes amabas ya no te entienden. Lugares que antes te hacían bien ahora te incomodan.

Conversaciones que antes disfrutabas te parecen vacías. Y eso duele.

Pocos hablan del precio emocional del despertar.

Del momento exacto en que te das cuenta de que ya no encajas.

No porque seas mejor ni peor. Sino porque tu vibración ha cambiado, y lo que antes resonaba contigo ahora simplemente no entra en tu frecuencia.

Este es un fenómeno común pero silencioso.

Porque, ¿cómo explicarle a tus amigos de toda la vida que ya no soportas las mismas bromas, los mismos dramas, las mismas formas de relacionarse? ¿Cómo contarle a tu pareja que ya no quieres hacer cosas por compromiso, sino desde el alma? ¿Cómo sentarte en la mesa familiar sin sentir que te estás traicionando solo por quedarte callada?

El despertar no es solo abrir los ojos. Es empezar a ver todo lo que habías tolerado por miedo a estar solo.

Y cuando lo haces, ya no hay vuelta atrás.

¿Por qué ocurre esta desconexión?

Porque tu energía se recalibra. Lo que antes alimentaba tu ego, ya no sacia tu alma.

El ruido te molesta. La mentira energética te incomoda. La exigencia social te fatiga.

Ya no puedes estar donde se finge, se critica, se juzga o se calla.

Y aunque no tengas conflicto con nadie, comienzas a alejarte.

No por soberbia, sino por sanación. No porque te creas “mejor”, sino porque necesitas habitarte sin fragmentarte.

Y eso implica decir muchos “no” incómodos.

Lo que nadie te dice del despertar

Que puede sentirse como traicionar a tu “yo” anterior.

Que te puedes quedar sola por un rato.

Que vas a extrañar vínculos que te dolían, solo porque eran conocidos.

Que vas a sentirte culpable por no poder “ser la misma”.

Que no siempre sabrás explicar lo que te pasa.

Despertar no te convierte en alguien iluminado.

Te convierte en alguien más honesto consigo mismo.

Y eso incomoda a quienes aún no están listos para verse.

El duelo por los vínculos que ya no vibran contigo

Perder personas sin que haya conflicto es una de las partes más confusas del despertar.

Simplemente se distancian. Dejan de llamarte. O tú dejas de buscar. Las conversaciones se enfrían.

Los silencios se vuelven incómodos. Y no hay nada “malo” que señalar… salvo que ya no hay frecuencia compartida.

Es como si hubieran estado bailando una canción juntos, pero ahora tú escuchas otra música.

Y por más que lo intentes, ya no puedes seguir el mismo ritmo.

Y duele. Mucho. Porque esas personas formaron parte de ti. Porque las querías.

Porque te sentías segura con ellas. Pero si te quedas en vínculos que ya no te nutren, te apagas.

Y el despertar no vino para que te apagues… sino para que te recuerdes.

¿Y si me siento culpable?

La culpa aparece cuando creemos que amar es sinónimo de aguantar.

Pero amar también es soltar. También es no mentirse.

También es respetar el proceso del otro sin dejar el tuyo.

Estás cambiando. Eso no te hace egoísta. Te hace viva.

Y tu alma no vino a conformarse. Vino a expandirse.

img...

¿Cómo transitar este tramo del despertar sin romperte?

Honra los vínculos que se están yendo. No los maldigas ni los minimices. Agradece lo vivido. Honra el rol que cumplieron.

No te obligues a encajar. Si algo te pesa, no es tu lugar. Si algo te apaga, no es tu camino.

Habla desde el corazón. Si necesitas explicar lo que sientes, hazlo con amor. No todos entenderán, pero algunos lo agradecerán.

Abre espacio para lo nuevo. La soledad no es vacío: es el útero de la nueva versión de ti. Y desde ahí llegarán nuevos reflejos.

Repite sin miedo: “No estoy sola. Estoy conmigo.”

Lo que llega después

Sí, se van personas. Pero llegan otras. Más afines. Más conscientes.

Más livianas. Cuando tú vibras diferente, atraes diferente. Y lo que parecía pérdida… se convierte en alineación.

Llegan vínculos sin máscara. Conversaciones que nutren.

Espacios donde puedes ser sin actuar. Relaciones donde el silencio también es amor.

Y entonces lo entiendes: no perdiste. Te recuperaste.

No te quedaste sola. Te liberaste. Y desde ese lugar, puedes amar sin mendigar, compartir sin traicionarte, y ser sin pedir perdón por ser.

El despertar no es suave. No es cómodo. Pero es real.

Y aunque duela… vale la pena.

Porque cuando tu alma empieza a hablar más fuerte que tu personaje, ya no puedes volver a dormir.

Y eso, aunque incómodo, es el verdadero comienzo de tu libertad.


El despertar incómodo: cuando comienzas a darte cuenta de que tu entorno ya no vibra contigo

Comments

ads_top
Powered by Sindyk Content
Arriba