Cali, julio 20 de 2025. Actualizado: viernes, julio 18, 2025 23:15
El fenómeno conocido como "no-poo"
Gente que no se baña: el movimiento global que dice que el jabón daña tu cuerpo
En un mundo obsesionado con la limpieza, el olor fresco y las duchas diarias, existe un movimiento silencioso que va en contra de todo lo que creemos sobre la higiene.
Se trata de personas que han decidido dejar de usar jabón, desodorante, shampoo y, en algunos casos, incluso de bañarse con agua todos los días.
Lejos de ser una moda pasajera, esta práctica tiene seguidores fervientes, argumentos científicos y testimonios que afirman: “mi piel nunca ha estado mejor”.
Este fenómeno, conocido como “no-poo” (no shampoo) o “soap-free” (sin jabón), ha ganado visibilidad gracias a foros de Reddit, documentales alternativos y hasta celebridades que han confesado abiertamente que no se bañan todos los días.
El matrimonio de actores Ashton Kutcher y Mila Kunis, por ejemplo, causó revuelo al afirmar que solo bañaban a sus hijos cuando estaban visiblemente sucios y que ellos mismos no se duchaban a diario.
La reacción del público osciló entre la repulsión y la fascinación.
El mito del jabón diario
La ciencia ha empezado a cuestionar la necesidad de la higiene diaria con jabón.
El microbioma de la piel, esa capa invisible de bacterias buenas que nos protege de enfermedades, se ve afectado por los productos de limpieza agresivos.
Jabones antibacteriales, geles con alcohol, exfoliantes con microplásticos… todos ellos barren con la flora natural de la piel, dejándonos, paradójicamente, más expuestos.
“Cuando dejas de usar jabón, tu cuerpo pasa por un proceso de reajuste”, explica el biólogo James Hamblin, autor del libro Clean: The New Science of Skin.
Tras cinco años sin usar productos de higiene convencional, asegura que su piel se autorregula y que ya no huele mal.
“Los olores corporales son, en muchos casos, una consecuencia de desequilibrios causados por el exceso de limpieza”, sostiene.
El factor olfativo: ¿de verdad no huelen mal?
Uno de los grandes tabúes del movimiento “sin baño” es el olor corporal.
Sin embargo, quienes han abandonado el jabón aseguran que, tras una fase de adaptación (que puede durar semanas o meses), el cuerpo huele a “humano” y no a “sucio”.
Alegan que el mal olor proviene de bacterias desequilibradas por jabones, desodorantes o perfumes que interfieren con el PH natural.
Muchas personas se lavan solo con agua, usan vinagre de manzana diluido o alternativas naturales como el bicarbonato de sodio.
Algunos utilizan aceites esenciales o se frotan con esponjas vegetales.
Otros simplemente confían en que el sudor, al secarse naturalmente, no genera olor si no hay residuos químicos acumulados en la piel.
Tendencia o locura: la división de opiniones
En redes sociales como TikTok, abundan videos de personas que documentan su proceso de desintoxicación del jabón.
Algunos lo hacen por salud, otros por ideología ecológica (para evitar contaminar con envases o químicos), y otros simplemente porque no soportan el costo económico de tantos productos.
Las críticas también están presentes: desde quienes lo ven como una excentricidad de primer mundo, hasta quienes creen que puede ser peligroso para la salud, sobre todo en climas húmedos o para personas con ciertas condiciones médicas.
La ciencia, sin embargo, empieza a respaldar algunos de sus argumentos, al menos parcialmente.
El lado espiritual del no-baño
Más allá de lo físico, algunos practicantes del “no soap” creen que la piel tiene memoria emocional y que los rituales de limpieza con químicos pueden bloquear no solo toxinas, sino también emociones.
Dejar de usar jabón sería, para ellos, una forma de reconectar con el cuerpo, con los ciclos naturales del sudor, el descanso y el deseo.
En ciertas filosofías orientales y cosmovisiones indígenas, la piel es vista como una frontera sagrada entre el mundo interno y el externo.
Intervenirla agresivamente cada día podría ser visto como una forma de “desvincularse” del instinto y la sensibilidad.
¿Y qué pasa con el cabello?
El movimiento “no-poo” también incluye a quienes han dejado de lavarse el pelo con shampoo.
Alegan que, tras un período de ajuste, el cuero cabelludo regula la producción de grasa y el cabello se mantiene limpio por más tiempo, con una textura natural y sin frizz.
Algunas personas usan sólo agua, otras recurren a mascarillas de arcilla, aloe vera o incluso yema de huevo.
Entonces, ¿dejamos de bañarnos?
No necesariamente. La clave, dicen los expertos, está en escuchar al cuerpo.
No se trata de promover el descuido o la falta de higiene, sino de entender que la limpieza no implica arrasar con todo.
Tal vez no necesitas jabón en todo el cuerpo todos los días.
Tal vez no tienes que lavarte el cabello tres veces por semana.
La higiene es importante, pero también lo es el respeto por el equilibrio natural del cuerpo.
Y quizá, entre jabones perfumados, anuncios de cremas milagrosas y duchas interminables, hemos olvidado que el cuerpo, como la Tierra, tiene mecanismos propios para sanarse y regenerarse.
Por eso, quienes han dejado el jabón no se consideran sucios. Se consideran libres.
Y ese, en el fondo, es el perfume más raro y provocador de todos.
Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.