Cali, septiembre 4 de 2025. Actualizado: miércoles, septiembre 3, 2025 23:38
Cifras consolidan al departamento como eje industrial
Importaciones en el Valle del Cauca crecen 10,2%
El comercio exterior del Valle del Cauca atraviesa un momento de expansión. Según el más reciente informe de la Cámara de Comercio de Cali, el valor de las importaciones del departamento creció 10,2% en el primer semestre de 2025, alcanzando los USD 2.940 millones, frente a USD 2.667 millones en el mismo periodo de 2024.
Este dinamismo, superior al promedio nacional (9,6%), refleja el fortalecimiento de la demanda regional y el papel estratégico del Valle en las cadenas de valor del país.
Colombia: 33.500 millones en importaciones
A nivel nacional, las compras externas sumaron USD 33.515 millones en el semestre, un aumento de 9,6% frente al año anterior.
Manufacturas como maquinaria, equipo de transporte y productos químicos fueron los principales motores del incremento. En particular, las importaciones de vehículos subieron 32,8%, con USD 701 millones adicionales, mientras que las de maquinaria eléctrica crecieron 20,9%, y las de plásticos y metales, más de 14%.
Valle del Cauca: motor industrial y de consumo
El buen desempeño del Valle del Cauca no solo acompañó la tendencia nacional, sino que avanzó a mayor velocidad. El crecimiento estuvo impulsado por las compras de bienes manufacturados y, especialmente, por las materias primas e insumos intermedios para la industria, que representaron el 48,8% del total importado por el departamento.
Este comportamiento confirma el rol del Valle como eje del aparato productivo nacional: el departamento aportó el 12,2% de las importaciones de insumos industriales de Colombia, consolidándose como el tercer territorio más relevante en esta categoría, detrás de Bogotá-Cundinamarca (47,1%) y Antioquia (16,8%).
China, Estados Unidos y Perú: principales proveedores
Ocho de los diez países que abastecen al Valle aumentaron sus ventas hacia la región. China se consolidó como el mayor proveedor, con USD 835 millones y más de 3.000 subpartidas arancelarias distintas. Estados Unidos le siguió con USD 672 millones, gracias a la creciente demanda de maíz y aceite de soya.
Perú, pese a exportar apenas 219 subpartidas, se posicionó en el tercer lugar con USD 169 millones, concentrados en alambre de cobre refinado, producto que explica más del 90% de sus ventas .
Principales productos: cobre, aceites y motocicletas
En el listado de los 20 principales productos importados por el Valle, que en conjunto representaron el 36,4% del total, se destacan:
- Alambre de cobre refinado, con un aumento del 56,3% (USD 41 millones adicionales).
- Aceite de soya, que subió 60,3% hasta USD 69,6 millones.Motocicletas y ciclos con motor auxiliar, con un repunte de 49,3%.
- Aceites de girasol, cártamo y algodón, que duplicaron su valor (+102%).
Estos datos muestran la relevancia de las cadenas agroindustriales y manufactureras, pero también el peso del consumo interno, pues los bienes duraderos aumentaron 27,6% en el semestre, reflejo de la recuperación del gasto de los hogares.
Más competitividad, más integración
El informe resalta que las importaciones del Valle crecieron 16,5% en junio, por encima del promedio nacional (14,5%).
Este resultado refuerza la integración del departamento a las cadenas de suministro globales y anticipa un mayor dinamismo exportador: el aumento en la entrada de insumos industriales ya se refleja en un repunte de las ventas manufactureras de la región.
Retos y perspectivas
Aunque la expansión de las importaciones refleja confianza y dinamismo productivo, también plantea desafíos. La dependencia de insumos importados aumenta la vulnerabilidad frente a choques externos como volatilidad cambiaria, tensiones comerciales o interrupciones logísticas.
Además, la concentración en pocos productos y proveedores estratégicos —cobre de Perú, granos de EE. UU., manufacturas de China— exige diversificación para reducir riesgos.
En el corto plazo, la expectativa es que el ritmo de crecimiento se mantenga, respaldado por la recuperación del consumo minorista y las necesidades de la industria regional.
En el mediano plazo, el reto será transformar estas importaciones en mayor valor agregado interno, con cadenas productivas más robustas que fortalezcan el empleo y la competitividad del suroccidente colombiano.