Cali, junio 7 de 2025. Actualizado: viernes, junio 6, 2025 23:28
Aplacemos el pago
Cuando terminé de leer ayer la estupenda columna de Pedro Medellín en El Tiempo, donde advierte que Petro nos está llevando a la desobediencia civil, mucho más efectiva que la revolución con la que el presidente amenaza si no le aprueban sus caprichos, miré con optimismo el futuro.
Me puse entonces en la tarea de escrutar cual actuación ofensiva cometida por el gobernante, llevándose por los cachos la Constitución, podría unificar criterios y generar esa reacción de desobediencia civil, que ampara la declaración de los Derechos Humanos.
Sopesando cuál rechazo podría tener un muy alto significado y verificando que la obligatoriedad del pago anticipado de la retefuente perjudica a todas las esferas de la sociedad, puede llegarse a pensar que sería por esa vía que el rechazo civilizado obligaría a rectificar al gobernante.
El asunto es muy sencillo. La retención se declara, pero se aplaza su pago. Como el decreto de marras no habla de un impuesto causado sino de uno adelantado, no le cabría la disciplina de la DIAN para cuando no se pagan los impuestos que declaramos y debemos cubrir cumplidamente.
La carga simbólica y monetaria del gesto de negarse a pagar sería tan grande que modificaría, sin violencia ni algazaras de plazas públicas, el camino equivocado que lleva el gobernante.
Por supuesto, una actitud de ese tipo obliga a que la negativa a consignar el pago anticipado de la retención en la fuente sea pública y colectiva.
No sirve de nada que se haga individualmente y en silencio. Y allí está el problema. Esa movilización civilista debe encabezarla alguien capacitado para dirigir, cojonudo para resistir y hábil para enfrentarse a la máquina vengadora del leninismo que no sabe perder.
Alguien se le debe medir a esa batalla pacífica. Solo basta que nos demuestre que este país no se ha acabado y que así le sequen sus pozos de petróleo y le desbaraten su sistema de salud y le arruinen su alegría, alguien va a salir a empuñar la esperanza.