Cali, agosto 3 de 2025. Actualizado: sábado, agosto 2, 2025 00:07

Pedro Luis Barco Díaz, Caronte

Benkos Biojó, el Primer Mandela de América.

Pedro Luis Barco Díaz, Caronte

En el vasto escenario de la historia americana, hay figuras que han sido deliberadamente silenciadas por los relatos oficiales. Héroes cuya grandeza desborda las versiones acomodadas al privilegio y la hegemonía.

Uno de ellos es Benkos Biojó, líder cimarrón, fundador del primer pueblo libre del continente y precursor indiscutible de las gestas libertarias que cambiarían el rumbo de Colombia y América.

A más de cuatro siglos de su sacrificio, su legado permanece excluido de las aulas, de los salones palaciegos y del idioma de la gloria.

La historiografía oficial lo sumergió en la bruma de la leyenda, negando no solo su importancia sino incluso su existencia física sobre esta tierra. Lo convirtieron en mito para no lidiar con la magnitud de su desafío.

Benkos Biojó fue el más grande “rompe-cadenas de América”, un revolucionario primigenio, un auténtico primera línea, una antorcha libertaria.

Nació a finales del siglo XVII en las islas Bijagós de la Guinea portuguesa, hoy Guinea Bissau.

Fue traído a la fuerza por traficantes portugueses junto a su esposa Wiwa y sus hijos Sando y Orika, y vendido en Cartagena de Indias, entonces el principal puerto esclavista del mundo.

Pero Benkos jamás se resignó. En 1599 huyó con su familia y un grupo creciente de hombres y mujeres que se le unieron en el camino.

El cronista español Fray Pedro Simón, testigo indirecto de su gesta, lo describió como “brioso, valiente, atrevido”, destacando los alzamientos de negros y cimarrones al sur de la villa de Tolú bajo su liderazgo.

Desde entonces, los gobernadores de Cartagena no lograron doblegarlo. Bajo su mando, los insurgentes liberaron esclavizados en Cartagena, Tolú, Mompox, Mahates y Tenerife. Todos los intentos por sofocar la rebelión fueron inútiles.

En 1603, fundó San Basilio de Palenque, el primer pueblo libre de América. Un compendio viviente del África ancestral, único en el mundo por su historia, gastronomía, lengua y cultura.

De ese palenque han surgido figuras inspiradoras como el boxeador Antonio Cervantes “Kid Pambelé”, los hermanos Cardona, el músico Rafael Cassiani Cassiani y el actor Evaristo Márquez, quien compartió escena con Marlon Brando en “Queimada”.

Enfrentado a la fuerza colonial, Benkos logró lo impensable: un tratado de paz en 1605 con el gobernador Gerónimo de Suazo y Casasola, firmado entre “dos reyes”: el Rey de España y el “Rey del Arcabuco”. Según la historiadora Adelina Cobo, este fue el primer acuerdo entre el Estado y un grupo insurgente en Colombia, quizás el primero en el mundo entre esclavizados africanos y una potencia imperial.

El tratado se hizo efectivo en 1613, garantizando la autonomía del palenque, restringiendo el ingreso de españoles armados y concediendo libertades de circulación.

A cambio, los palenqueros se comprometían a no recibir nuevos cimarrones ni fomentar más fugas. Incluso se exigía que Benkos dejara de usar el título de rey.

La traición llegó en 1619. Tras una disputa con la guardia real, Benkos fue apresado y el 16 de marzo de 1621, ejecutado y descuartizado por orden del gobernador García Girón de Loaisa, acusado de levantamiento y desacato.

Sin embargo, su legado no pudo ser sepultado. La resistencia intelectual negra lo rescató del olvido: Manuel Zapata Olivella lo invoca en su novela “Changó el Gran Putas”, Roberto Burgos Cantor en “La Ceiba de la Memoria”, Alfonso Múnera en “El Fracaso de la Nación”, y Adelaida Fernández Ochoa en “Afuera Crece un Mundo”.

El escritor sahagunense Gustavo Tatis lo reconoce como la chispa sin la cual no habrían existido las fechas patrias de 1810 y 1811.

Benkos es el gran precursor de todas las luchas libertarias en América. Antecesor de líderes como Shaka Zulú, Patricio Lumumba, Muamar Gadafi y Nelson Mandela. Inspiración del cimarronaje continental mucho antes de Martin Luther King, Muhammad Ali o Barack Obama.

Y como si fuera poco, según Adelina Cobo, Benkos también era un bacán que indignaba a los chapetones por su elegancia: “andaba con gran arrogancia, super bien vestido al mejor estilo del más elegante caballero español”. ¡Imperdonable!

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domingo 3 de agosto, 2025
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