Cali, agosto 5 de 2025. Actualizado: martes, agosto 5, 2025 21:23
Delirio entre cine y literatura
Ahora con el acceso fácil a las plataformas una nueva estrategia comercial trae obras literarias al cine y a series de televisión: “La Vorágine”, “Pedro Páramo”, “Cien años de soledad”, “Delirio”.
Antes, a los estudiantes se les solicitaba críticas sobre lo que leían directamente en el libro: estilo narrativo, personajes, contexto social, problemática.
Pero nomás empezaron las versiones fílmicas, surgió la pereza por la lectura. El facilismo de la tecnología reta a la educación.
Reto que deberán asumir los docentes cuando se masifican las versiones cinematográficas de la literatura.
La salida sería que aprovechen los formatos librescos e imágenes conjuntamente, encomendando nuevos deberes académicos, por ejemplo, que confronten: la fidelidad del guion, las omisiones y los agregados entre las versiones, si los personajes se caracterizan acorde a la intención del autor, revisar si hay aproximación espacial y, aun cuando sean diferentes los tonos narrativos, si estos son afines entre novelista, guionista y director.
“Delirio” entra con paso firme a Netflix. Ofrece a los cinéfilos una versión muy aproximada a la narrativa de Laura Restrepo, escritora innovadora con obras que no se quedaron replicando al Boom de la Literatura: “Historia de un entusiasmo”, “La isla de la pasión”, “Leopardo al sol”, “Dulce compañía”, “La novia oscura”, “La multitud errante”, “Demasiados héroes”.
En “Delirio”(2004), el público lector se auto descubre: jóvenes adictos y propensos al desenfreno sexual, la violencia y la demencia, padres homofóbicos, familias disfuncionales, problemas universitarios, la cara oculta de los catedráticos libre pensadores, dos orillas políticas, arribismo determinado por el narcotráfico.
Bienvenido el delirio entre cine y literatura.