Cali, agosto 16 de 2025. Actualizado: viernes, agosto 15, 2025 23:19

Rosa María Agudelo

El Cauca: la vida suspendida

Rosa María Agudelo

El Cauca vuelve a ser noticia. No por sus fiestas patronales ni por su diversidad cultural. Esta vez, por la suspensión de las ferias en municipios como Toribío, Caloto o Suárez. La razón: la violencia.

La misma de siempre, pero más cruda. Las disidencias de las FARC han impuesto el miedo, los confinamientos y ahora también el silencio. Ni celebraciones se pueden hacer.

Pese a todo, la gente no se rinde. La resiliencia del Cauca conmueve. Las comunidades siguen resistiendo, sembrando, enseñando, sobreviviendo.

Pero resistir no puede ser su condena. No podemos aplaudir la capacidad de aguante mientras el Estado se encoge de hombros. Es hora de acompañarlos no solo con discursos sino con acciones concretas y eficaces.

La violencia no puede seguir normalizándose. No es normal que haya que pedir permiso para movilizarse, para trabajar ni celebrar. No es normal que los jóvenes vivan entre balas y no entre libros.

No es normal que las iglesias pidan protección y no hablen de paz. Las alertas están encendidas, las cifras de Indepaz son claras y la ausencia institucional es evidente.

El llamado es urgente. Las autoridades nacionales deben escuchar el clamor de los territorios. No basta con prometer paz total mientras los violentos se rearman y conquistan más espacio.

Es el Estado el que debe ocupar el territorio, no la criminalidad. No podemos seguir evadiendo la correlación narcotráfico, minería ilegal y grupos armados.

El Cauca no solo necesita garantías para la vida. Necesita que la vida sea vivible.

La cultura no puede desaparecer. La alegría tampoco. Es hora de proteger la esperanza de quienes aún creen que su tierra vale la pena.

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sábado 16 de agosto, 2025
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