Cali, abril 30 de 2025. Actualizado: miércoles, abril 30, 2025 17:07
Más vale tarde que…
Cuenta la fábula que una cigarra cantaba y se burlaba mientras veía a una hormiga trabajar. La cigarra pensaba que, cuando llegara el invierno, la pensión le iba a llegar sola… y no sucedió.
En materia de pensiones, cada caso es particular. Sin embargo, mi experiencia puede ser valiosa para quienes se encuentren en una situación similar.
Desde que inicié mi vida laboral, coticé siempre en un fondo de pensiones privado. Y cuando mi cumpleaños pasó la barrera de los diez años antes de la edad de pensión, no hice el cambio que la ley permitía. Dejé las cosas así, convencido de que todo estaba consumado y de que el gigantesco capital requerido para pensionarse en el fondo privado me haría merecedor de una pensión baja.
Pero me enteré de que las personas a las que les faltaban menos de diez años para pensionarse y que tuvieran más de 900 semanas cotizadas (si eran hombres) o más de 750 (si eran mujeres) estaban amparadas por un régimen de transición y podían acceder a un proceso llamado doble asesoría, que les permitía cambiarse de régimen si lo consideraban pertinente.
Hice la tarea y el proceso me resultó eficaz. Por teléfono, tanto en el fondo privado como en Colpensiones, me brindaron una excelente atención. Y lo más importante fue que la información me permitió enmendar un error y mejorar sustancialmente mi proyección de pensión. Sí, me trasladé de régimen.
A veces tomamos más tiempo eligiendo entre Netflix y Prime que eligiendo lo mejor para nuestro futuro. Consejo: si aún puedes, toma la doble asesoría. No hacerlo puede ser costoso y dejarte como la cigarra del cuento.