Cali, diciembre 16 de 2025. Actualizado: lunes, diciembre 15, 2025 23:42

La ciudad necesita pedagogía y convivencia para recomponer la relación entre autoridad y ciudadanía

Hay que bajar la tensión en las vías de Cali

Hay que bajar la tensión en las vías de Cali
Foto: Alcaldía de Cali
martes 16 de diciembre, 2025

La muerte de Brayan Steven Yusti Colmenares durante un operativo de tránsito en Cali sacudió a la ciudad y elevó la tensión en las calles.

Mientras las autoridades adelantan las investigaciones para determinar qué ocurrió realmente, la prioridad debe ser evitar una escalada de confrontación que agrave una situación ya delicada.

No se puede permitir que el dolor derive en más violencia.

Los hechos recientes confirmaron una relación deteriorada entre el cuerpo de tránsito y la ciudadanía; existe desconfianza mutua, predisposición al conflicto y una sensación de choque permanente.

En una ciudad históricamente indisciplinada en materia vial, donde el respeto por la norma ya estaba debilitado, las estrategias de control basadas exclusivamente en la coerción demostraron que la imposición sin pedagogía no reconstruyó el orden, por el contrario, profundizó la fractura.

La pregunta de fondo es cómo recuperar el respeto, no solo hacia la autoridad, sino hacia la norma misma.

El respeto no se decreta, se construye, y se construye con reglas claras, trato digno y coherencia institucional.

Cuando la ciudadanía percibe arbitrariedad o abuso, la legitimidad de la autoridad se erosiona, y sin legitimidad, cualquier política de control fracasa.

Por eso, además de los ajustes administrativos y disciplinarios que correspondan, Cali necesita una apuesta distinta.

La ciudad requiere actos visibles de convivencia en las vías, gestos simbólicos que bajen la tensión y una pedagogía creativa que conecte con la gente.

La experiencia demuestra que es posible. Bogotá lo logró en su momento con Antanas Mockus, apelando al sentido colectivo, al humor y a la corresponsabilidad ciudadana.

Cali también tuvo referentes, como las estrategias pedagógicas impulsadas por Rodrigo Guerrero, con el “Vivo bobo”, que entendieron la cultura urbana como punto de partida.

Pensar en el largo plazo es indispensable. La formación de los agentes, sus condiciones laborales y los incentivos internos deben revisarse con seriedad.

Al mismo tiempo, la ciudadanía debe asumir que cumplir las normas salva vidas.

No se trata de debilitar la autoridad, sino de fortalecerla desde la confianza.


Hay que bajar la tensión en las vías de Cali

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