Consultas: ¿se puede crecer un enano?

Mauricio Ríos Giraldo

Una de las preguntas que más se repite por estos días en los mentideros políticos es cómo les irá a los candidatos de centro derecha y de izquierda que anunciaron —o están a punto de anunciar— consultas presidenciales para el próximo 8 de marzo.

Tanto en un bloque como en el otro, el punto de partida es el mismo: la mayoría de los aspirantes que irían a esas consultas marcan hoy por debajo del margen de error en las encuestas, o apenas lo rozan.

De ahí que, con algo de sarcasmo, algunos analistas ya hablen de las “consultas de los enanos”. Y no es una exageración.

Salvo contadas excepciones, ninguno de los nombres que han confirmado su participación en esas consultas aparece hoy como una candidatura presidencial sólida.

En la centro derecha, seis aspirantes acordaron unirse y participar en una consulta popular el 8 de marzo de 2026: Mauricio Cárdenas, Vicky Dávila, Juan Manuel Galán, Aníbal Gaviria, David Luna y Juan Daniel Oviedo.

Todos provienen de movimientos distintos, con trayectorias diversas, pero con un punto en común: ninguno logra despegar con claridad en las mediciones de intención de voto.

En la izquierda, la fractura quedó confirmada. El exgobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, decidió competir en una consulta independiente junto al exministro Luis Carlos Reyes y el exmagistrado Jaime Araújo, al margen del Frente Amplio que impulsa el Pacto Histórico.

Es decir, no habrá una sola consulta de izquierda, sino al menos dos escenarios paralelos.

El panorama se vuelve aún más complejo cuando se analiza el caso de Iván Cepeda. El senador, que hoy aparece como el candidato de izquierda con mejor ubicación en las encuestas, manifestó su intención de participar en la consulta del Frente Amplio. Sin embargo, su participación no está garantizada…

Cepeda fue elegido en octubre pasado en una consulta que la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral consideran interpartidista, y la norma es clara: quien participe en una consulta interpartidista no puede volver a hacerlo en otra del mismo tipo.

En ese caso, el candidato del Pacto Histórico tendría que ir directamente a la primera vuelta presidencial de mayo. Esa decisión, no menor, está en manos del CNE.

Mientras tanto, Abelardo de la Espriella, quien lidera las encuestas en la derecha, fue claro en que no irá a ninguna consulta.

Sergio Fajardo, identificado como candidato de centro y ubicado en el tercer lugar en intención de voto, también confirmó que no participará en consultas.

Otros nombres como Paloma Valencia, recién elegida candidata presidencial del Centro Democrático, Juan Carlos Pinzón y Enrique Peñalosa aún no definen si se sumarán a alguna consulta o si optarán por otro tipo de alianzas o fórmulas.

La pregunta de fondo es si de alguna de estas consultas, integradas mayoritariamente por candidatos pequeños, puede salir una candidatura presidencial realmente viable.

La mayoría de los análisis apuntan a que no; los matemáticos de la política coinciden en que una consulta necesita superar los cinco millones de votos para catapultar a un candidato con opciones reales.

En 2022, la Consulta de la Coalición Centro Esperanza eligió a Sergio Fajardo con apenas 723 mil votos, dentro de un total de 2.158.000 sufragios. Ese resultado dejó a la candidatura prácticamente desahuciada desde el primer día.

Sin embargo, el contexto del 8 de marzo introduce una variable adicional. Ese día se realizarán simultáneamente las elecciones legislativas y se espera que entre 18 y 20 millones de colombianos salgan a votar.

A muchos de ellos se les ofrecerá —o se les preguntará— si desean participar también en alguna consulta presidencial. Los tarjetones estarán disponibles, y no es descartable que una parte del electorado aproveche la oportunidad.

Por descarte, si ninguno de los punteros va a consulta, muchos ciudadanos podrían terminar votando en las consultas de centro derecha o en la de la izquierda.

La gran incógnita sea qué pasará con la consulta del Frente Amplio si Iván Cepeda finalmente no puede participar.

¿La mantendrán? ¿Con qué candidato fuerte?

Sin Cepeda, figuras como Roy Barreras podrían entrar en escena, pero el problema persiste: con excepción de Cepeda, todos los posibles aspirantes de esa consulta hoy están por debajo del margen de error o apenas lo empatan.