Cali, agosto 7 de 2025. Actualizado: miércoles, agosto 6, 2025 23:46

Tensiones en el empleo estadounidense

Señales de enfriamiento laboral en EE. UU. elevan apuestas por nuevos recortes de tasas

Señales de enfriamiento laboral en EE. UU. elevan apuestas por nuevos recortes de tasas
Foto: IA
jueves 7 de agosto, 2025

La economía estadounidense comienza a emitir señales claras de agotamiento en su mercado laboral.

En julio de 2025, la creación de nóminas no agrícolas fue de apenas 73 mil nuevos empleos, muy por debajo del promedio mensual de 85 mil que venía marcando el año.

A esto se suma un ajuste preocupante: los datos de mayo y junio fueron revisados significativamente a la baja, reduciendo en 258 mil los empleos originalmente reportados.

Según el más reciente comentario económico de Anif, con base en los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), esta tendencia podría marcar un punto de inflexión en la trayectoria del empleo norteamericano, y anticipar una desaceleración económica más pronunciada en lo que resta del año.

Revisión a la baja y deterioro progresivo

La revisión de los datos pasados es quizá el signo más preocupante. Mayo, que inicialmente había registrado 144 mil nuevos empleos, fue ajustado a solo 19 mil. Junio, que había reportado 147 mil, quedó en apenas 14 mil.

Esta última cifra es la más baja desde la pandemia, reflejando un mercado laboral que empieza a perder tracción.

Si bien la tasa de desempleo subió marginalmente de 4,1% a 4,2%, el número total de desempleados aumentó en 221 mil personas, alcanzando los 7,2 millones.

Además, el promedio de semanas que una persona permanece desempleada subió a 24, el nivel más alto desde abril de 2022.

El número de personas desempleadas por más de 27 semanas también se incrementó en 179 mil, llegando a 1,82 millones.

Estas cifras indican que ya no solo hay más personas buscando trabajo, sino que también están tardando más tiempo en conseguirlo, lo que refleja un mercado laboral menos dinámico y menos líquido.

Sectores estables y sectores en contracción

Los sectores que aún aportan empleo son principalmente salud (+55 mil) y asistencia social (+18 mil), sectores típicamente menos sensibles al ciclo económico.

En contraste, el gobierno federal recortó 12 mil puestos de trabajo en línea con su política de reducción de gastos.

Otros sectores clave como manufactura, minería, construcción y comercio no mostraron variaciones significativas en la generación de empleo, lo cual indica una fase de estancamiento que podría agravarse en caso de una contracción de la demanda interna.

Este patrón sectorial sugiere que la expansión laboral se ha vuelto selectiva, concentrada en sectores públicos o asistenciales, mientras que la economía productiva muestra señales de desaceleración.

Menos participación, más dificultad para encontrar trabajo
El número total de personas empleadas disminuyó en 260 mil, mientras que el desempleo aumentó en 221 mil.

La diferencia refleja que unas 39 mil personas abandonaron la fuerza laboral, posiblemente por desánimo, retiro anticipado o menor participación de población migrante, que históricamente ha sido una fuente clave de oferta laboral.

En efecto, la tasa global de participación (TGP) bajó a 62,2%, su nivel más bajo desde noviembre de 2022.

Esta caída en la participación es una tendencia persistente: lleva cuatro meses consecutivos de retroceso y evidencia que cada vez menos personas están buscando activamente empleo.

El contraste con el mercado laboral de hace dos años es evidente: en 2023 había casi dos vacantes disponibles por cada trabajador, lo que hoy ya no es el caso.

El poder de negociación de los trabajadores se ha reducido, y con ello también la capacidad de impulsar mejoras salariales o condiciones laborales más favorables.
Señales de enfriamiento laboral en EE. UU. elevan apuestas por nuevos recortes de tasas

¿Qué implica esto para la política monetaria?

El mandato dual de la Reserva Federal (Fed) —estabilidad de precios y pleno empleo— pone el foco sobre estos datos.

Aunque la Fed ha pausado los recortes de tasas en los últimos meses por persistencias inflacionarias, un mercado laboral más débil podría reabrir la puerta a una flexibilización monetaria en lo que queda de 2025.

De hecho, ANIF señala que los mercados ya anticipan al menos dos recortes de tasas adicionales, con lo cual la tasa de referencia de la Fed cerraría el año en un rango de 3,75% a 4,00%.

La combinación de inflación moderada y debilitamiento del empleo crea un escenario propicio para que el banco central retome la senda de relajación monetaria sin comprometer su credibilidad.

Además, con una economía global aún frágil y amenazas como los aranceles comerciales (incluida la decisión reciente del presidente Trump de elevar tarifas sobre productos asiáticos), la Fed podría optar por una postura más dovish para amortiguar impactos externos.

El enfriamiento del mercado laboral en Estados Unidos no es una crisis aún, pero sí una alerta temprana.

Las revisiones a la baja, el incremento en el desempleo de larga duración, y la reducción en la participación laboral son señales consistentes de un ciclo de enfriamiento que podría derivar en una desaceleración económica más marcada.

En este contexto, el foco vuelve a estar en la Reserva Federal. Con inflación relativamente contenida y un empleo que pierde dinamismo, el dilema es claro: ¿esperar más evidencia o actuar antes de que el deterioro sea más profundo?

Las próximas semanas serán clave. Pero por ahora, la economía más grande del mundo parece haber dejado atrás su impulso pospandémico y entrar en una nueva fase: la de la precaución.


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