Cali, agosto 7 de 2025. Actualizado: miércoles, agosto 6, 2025 23:46
Honrar a las víctimas, construir un país en paz
El 9 de abril es una fecha que nos duele. Es el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, una jornada para recordar a más de 9.8 millones de colombianos que han sufrido el impacto de la violencia.
En Colombia, no podemos permitir que las víctimas sean solo un número en el Registro Único. Cada historia, cada vida marcada por el conflicto, representa una herida en el corazón del país. Como lo dijo António Guterres, Secretario General de la ONU, “compartir el dolor es el primer paso hacia la reconciliación”. Y en ese camino, nos toca a todos escuchar, entender y actuar.
He visto de cerca el impacto de la guerra, pero también la fuerza de quienes han decidido levantarse y seguir adelante. En mi trayectoria, desde la Gobernación del Valle hasta la dirección del Partido de la U, he trabajado por políticas que les devuelvan a las víctimas la oportunidad de reconstruir sus vidas. Porque el verdadero compromiso con la paz no es solo detener las balas, sino garantizar oportunidades, verdad y reparación para quienes han sufrido.
El país ha avanzado en la atención a las víctimas, pero no lo suficiente. Solo en 2025, más de 695.000 personas fueron afectadas por hechos violentos y desastres naturales. En lo que va del año, 14 masacres han cobrado la vida de 44 personas. No podemos normalizar estas cifras ni bajar la guardia. La violencia sigue golpeando a muchas comunidades, y el Estado tiene la responsabilidad de dar respuestas concretas.
Las víctimas no solo necesitan reconocimiento, sino resultados. Se requiere una política pública más fuerte, con atención integral y acceso real a oportunidades. Especialmente para los niños, niñas y adolescentes, que representan el 39% de los afectados. No podemos permitir que la guerra les arrebate el futuro.
Hoy, más que nunca, debemos renovar nuestro compromiso con la paz. La memoria de las víctimas debe ser la brújula que nos guíe hacia un país donde la justicia y la solidaridad sean el camino. Que este 9 de abril no sea solo una fecha en el calendario, sino un recordatorio de que la reconciliación es una tarea de todos.