Cali, abril 13 de 2025. Actualizado: sábado, abril 12, 2025 00:02
El crimen reemplaza a la autoridad donde el gobierno nacional no hace presencia efectiva
Buenaventura y la gobernanza criminal
Hace bien la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, al estar toda una semana en Buenaventura con su equipo de gobierno, llevando presencia institucional a un territorio que atraviesa una grave crisis de seguridad.
Sin embargo, su esfuerzo resalta aún más la ausencia del gobierno nacional, que ha optado por mirar para otro lado mientras en Buenaventura se consolida una gobernanza criminal.
Sí, lo que hay hoy en Buenaventura es una gobernanza criminal.
Allí, los ilegales ponen las reglas, cobran “impuestos”, controlan el paso entre barrios, ejercen “justicia”, resuelven conflictos y establecen toques de queda.
Lo hacen porque el Estado, simple y llanamente, no está.
Esa es la raíz del problema.
Y lo peor es que no se trata de una excepción: lo mismo ocurre en zonas del Catatumbo, del sur del Chocó y de otras regiones donde la institucionalidad brilla por su ausencia.
Al abandono histórico desde Bogotá se suma que el gobierno del presidente Gustavo Petro no solo ha dejado de actuar, sino que facilitó las condiciones para que estos grupos criminales crecieran.
Concesiones, ceses bilaterales, reconocimiento político a quienes no lo merecen y “gestores de paz” nombrados a dedo han sido parte de una estrategia fallida, que en lugar de debilitar a las estructuras ilegales, las fortaleció y las empoderó territorialmente.
La pregunta es simple: ¿por qué el gobierno nacional no hace en Buenaventura lo que sí hace la Gobernación del Valle? ¿Por qué no toma el control del territorio, como está obligado a hacerlo?
Lo que está en juego no es solo la seguridad, es también la resiliencia de nuestras instituciones.
El crimen no solo mata o amenaza, también gobierna donde el Estado no existe o no funciona.
Por eso, se necesita un liderazgo político creíble, justicia cercana, educación con futuro, comunidades organizadas y presencia institucional real.
Donde hay autoridad legítima y eficiente, el crimen no ocupa el vacío.
Sin esa estrategia integral, Buenaventura seguirá atrapada entre la violencia y la indiferencia.