Cali, agosto 4 de 2025. Actualizado: domingo, agosto 3, 2025 22:22
La risa como medicina
¿Cuál es el impacto real del humor en el sistema inmune?
Reír no es una pérdida de tiempo. Tampoco es un lujo ni una frivolidad. Cada carcajada genuina, cada sonrisa espontánea, activa un complejo sistema de respuestas físicas y emocionales que, según estudios médicos, mejoran la salud, alivian el dolor y fortalecen el sistema inmunológico.
En un mundo sobrecargado de estés, donde el mal humor se vuelve crónico y las preocupaciones ocupan la mente como un zumbido constante, la risa emerge como una medicina olvidada, gratuita, poderosa y sin efectos secundarios. Y lo mejor: todos tenemos acceso a ella.
Risa y química cerebral
Cuando reímos, nuestro cerebro libera endorfinas, dopamina y serotonina, conocidas como las “hormonas de la felicidad“.
Estas sustancias tienen efectos analgésicos, relajantes y antiinflamatorios. Al mismo tiempo, se reduce el nivel de cortisol, la hormona del estrés.
Un estudio publicado por la revista American Journal of Medical Science encontró que la risa activa el sistema parasimpático, responsable de inducir estados de calma y reparación.
En otras palabras: reír literalmente le dice a tu cuerpo que es seguro sanar.
Inmunidad con buen humor
Investigaciones lideradas por el Dr. Lee Berk en California demostraron que la risa aumenta la producción de células NK (Natural Killer), esenciales para combatir virus y prevenir la proliferación de tumores.
También se incrementa la inmunoglobulina A, anticuerpo clave en las mucosas del sistema respiratorio.
En términos sencillos: reír ayuda a prevenir enfermedades, desde un simple resfriado hasta padecimientos más complejos.
Terapias de la risa
Existen hoy en día sesiones guiadas de “risoterapia”, donde los participantes reín de forma voluntaria, provocada y luego espontánea.
Aunque suene artificial, el cuerpo no distingue entre una risa falsa y una real: los beneficios fisiológicos son los mismos.
Los “payasos de hospital” también se han vuelto fundamentales en unidades pediátricas y de oncología.
Su presencia no solo aligera el ambiente, sino que mejora la respuesta inmunológica, reduce la necesidad de analgésicos y disminuye la ansiedad de los pacientes.
Risa y resiliencia emocional
No se trata de reír para ignorar el dolor, sino de encontrar en el humor una válvula de escape emocional.
El humor es una herramienta de adaptación, una forma de resignificar lo trágico, de mirar el caos con una sonrisa para no dejarse arrastrar por él.
Las personas con buen sentido del humor suelen tener mayor capacidad de recuperación emocional, mejor manejo de conflictos y una perspectiva más optimista ante la adversidad.
La risa nos reconecta con el presente y con la humanidad compartida.
Ejercicios para reír más (aunque no tengas ganas)
- Ríe en el espejo durante 1 minuto cada mañana. Al principio cuesta, luego fluye.
- Rodéate de personas que te hagan reír. El humor también es contagioso.
- Ve videos, películas o rutinas de comedia que sepas que te hacen bien.
- Practica el humor absurdo: cambia mentalmente los finales de situaciones tristes o tómalas con una dosis de sarcasmo.
Cuidado con la risa vacía
No toda risa sana. Hay risas de burla, risa nerviosa, risa falsa. Lo importante es cultivar una risa sincera, liberadora, que provenga del vientre más que de la garganta. Esa que, cuando termina, te deja en paz.
Reír es un acto de rebeldía
En un mundo serio, acelerado y saturado de malas noticias, reír es un acto de resistencia. Es negarse a ceder completamente ante la tragedia.
Es recordarle al cuerpo que aún tiene poder para curarse. Y recordarle al alma que aún hay belleza, aún hay gozo, aún hay razones para seguir vivos.
Reír no es un accesorio. Es una necesidad física, mental y espiritual. Y está al alcance de todos.
Este artículo fue elaborado por un periodista del Diario Occidente usando herramientas de inteligencia artificial.