Cali, agosto 6 de 2025. Actualizado: martes, agosto 5, 2025 22:44
Un año para unirnos por Colombia
Comienza el último año de gobierno del presidente Gustavo Petro, y con él, una etapa crucial para el futuro de nuestro país.
Los colombianos no pedimos milagros, pero sí anhelamos acciones concretas que nos permitan recuperar la confianza, proteger la vida y construir juntos una Colombia más justa, más segura y profundamente democrática.
Este no debe ser un año de división, sino de unidad. En medio de las diferencias ideológicas y políticas, hay valores fundamentales que nos convocan a todos: la defensa de la vida, la protección de nuestros niños y mujeres, el respeto por nuestras instituciones y la búsqueda incansable de la paz.
Como mujer, madre y servidora pública, no puedo dejar de alzar la voz por las mujeres que siguen enfrentando violencia, exclusión y miedo.
La participación política de las mujeres debe dejar de ser una excepción para convertirse en una norma, porque donde hay mujeres tomando decisiones, hay equidad, inclusión y desarrollo.
Y es también en los territorios donde más necesitamos de esa presencia: en las juntas, en los concejos, en las alcaldías, en los gabinetes locales y departamentales.
Hablo también por el Valle del Cauca, una región hermosa, productiva, con una ciudadanía fuerte, pero golpeada por la violencia.
Lo mismo ocurre en el Cauca, donde las comunidades claman por seguridad, por inversión social, por presencia del Estado.
La paz no puede seguir siendo un discurso: debe sentirse en las calles, en las escuelas, en el campo. Y para lograrlo, necesitamos proteger a nuestra fuerza pública y acompañarla con programas sociales que transformen realidades.
Este también debe ser un año para fortalecer nuestra democracia. Eso implica cuidar las reglas del juego, respetar la institucionalidad y promover el diálogo.
Las reformas que necesita el país no deben nacer de la imposición, sino del consenso. Tenemos que escucharnos más y señalarnos menos. Solo así lograremos avanzar.
Debe ser un año para gobernar sin revanchismos políticos. Con mucha sabiduría. Hay comunidades excluidas que esperan su intervención: el deporte es uno de ellos.
Los deportistas esperan que el presupuesto anunciado sea corregido y no se queden sin apoyo miles y miles de deportistas que entregan su vida por nuestra nación.
El gobierno del cambio no le debe dar la espalda a esta Colombia de deportistas que promueven paz con su vocación, y construyen nación con sus logros.
Desde el Partido de la U, seguiremos defendiendo lo que creemos: una Colombia con equidad, con oportunidades, con justicia social y con respeto por la ley. Queremos aportar con propuestas.
A este gobierno le quedan meses decisivos. No es tarde para dejar una huella positiva. Lo que los colombianos esperamos de aquí al 7 de agosto de 2026 es liderazgo, empatía y acción.
Esperamos que el presidente escuche, corrija lo que sea necesario, y se rodee de quienes lo ayuden a construir en esta recta final.
Que su deber como mandatario de todos los colombianos no se desvíe en la tentación del poder presidencial que se disputará en el país a la par de su cierre de mandato.
Colombia no está perdida. Todo lo contrario: está llena de esperanza. Somos millones los que creemos en una patria donde nuestros hijos crezcan en paz, donde nuestras mujeres vivan sin miedo, y donde la política sea un instrumento de servicio, no de división.
Este es el momento de unirnos por Colombia. Ese es el verdadero legado que podemos dejar.